Enfermedades Inflamatorias del Intestino tienen su peak entre los 15 y los 29 años

El Congreso de Pacientes con Enfermedades Digestivas permitió que diversos especialistas abordaran las Enfermedades Inflamatorias del Intestino (EII), que corresponden a la colitis ulcerosa y a la enfermedad de Crohn.

Las EII son una enfermedad crónica y progresiva del tubo digestivo que involucra periodos de crisis y estabilidad. La colitis ulcerosa es propia del colon y puede comprometer el recto y otros segmentos del colon, produciéndose por predisposición genética, alteraciones en el sistema inmunológico y en la microbiota intestinal.

También inciden factores ambientales con el tabaquismo, el uso abusivo de antibióticos, el consumo de alimentos procesados y el estrés, que producen inflamación y lesiones en las mucosas del intestino.

Carolina Pavez, gastroenteróloga y presidenta de la Agrupación Chilena de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Acteccu), filial de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), destacó la importancia de “implementar un tratamiento para controlar la inflamación y para ello se usan diferentes medicamentos, corticoides y otros tipos de terapias”.

“Lo más importante es que cada tratamiento es individual para cada paciente, por lo que no es recomendable que los pacientes corran el riesgo de hacer cambios arbitrarios en su terapia en base a recomendaciones o publicaciones en redes sociales. Lo que es efectivo en un paciente, incluso con características similares, no necesariamente es replicable en otro. Existen tratamientos de inducción y de mantención, y todos deben ser supervisados porque involucran efectos adversos”, sostuvo.

Para la especialista, la correcta adherencia al tratamiento conlleva un menor riesgo de complicaciones, hospitalización y cirugía en un 50 a 70%.

Gonzalo Tobar, presidente de la Alianza Chilena de Agrupaciones de Pacientes, resaltó la importancia de la participación de la comunidad civil en las decisiones de políticas públicas en salud y conocer los logros de la Ley Ricarte Soto desde 2015, que permite dar cobertura a enfermedades de alto costo. “Desde 2017 cubre la Enfermedad de Crohn y desde 2019 la colitis ulcerosa y tumores del estroma gastrointestinal no resecables”, añadió.

Crohn versus colitis ulcerosa

La enfermedad de Crohn afecta a distintas partes del tubo digestivo desde la boca hasta el ano y los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso, malestar, fiebre e incluso abscesos perianales.

En cambio, se sospecha colitis ulcerosa cuando se presenta diarrea mucosanguinolenta, retorcijones y hasta un 90% de los pacientes con presencia de sangre en deposiciones.

Precauciones en niños y embarazos

La Dra. Colomba Cofré, gastroenteróloga pediatra, explica que si bien el peak de diagnósticos de las EII es entre los 15 y 29 años, del 6 al 16% se detecta en menores de seis años.

“En los niños hay mayor afectación del colon, retardo en el crecimiento y en el desarrollo de la pubertad. Hasta un 25% de los pacientes presentan retardo del crecimiento antes de que aparezcan síntomas digestivos. Asimismo, en un 44% de los niños con enfermedad de Crohn comprometen más del 60% del intestino delgado, en cambio en adultos es menos extenso. Los niños suelen dejar de comer por el malestar y tienen una mala nutrición, y además el uso de corticoide induce una baja en el crecimiento”, plantea.

El objetivo del tratamiento es impedir el progreso de la enfermedad, procurar su adecuada nutrición y crecimiento, disminuir la hospitalización y mejorar la calidad de vida del paciente.

La especialista añade que la lactancia prolongada hasta los seis meses y un año ha demostrado ser un factor protector de este tipo de paciente, así como evitar el uso de antibióticos el primer año de vida. En adolescentes, evitar el consumo de alcohol y tabaco.

En cuanto a las proyecciones de vida, la Dra. Paulina Núñez, especialista en EII y fertilidad y embarazo, asegura que el 60% de los pacientes en edad fértil tienen temor de embarazarse, dado el tratamiento crónico con medicamentos y sus efectos adversos, mientras que en varones se presenta una disminución en la motilidad de los espermios.

Herencia

La especialista señaló que “es poco probable que un hijo con padre o madre con EII tenga la enfermedad. De un 5 a 10% de 100 niños con padres en Enfermedad de Crohn repiten el diagnóstico, mientras que el 2% aplica en caso de colitis ulcerosa. Si ambos padres tienen una EII, el riesgo aumenta al 30%”.

Los embarazos suelen ser normales y con resultado de bebés sanos, sin riesgos de partos prematuros y abortos espontáneos; pero para ello es necesario mantener controlada la enfermedad y evitar crisis. Aquellas pacientes que se embarazaron sin experimentar crisis, en un 70% se mantienen igual durante el embarazo.

“Para planificar un embarazo con madres con EII es importante trabajar con el equipo tratante y evitar cierta familia de medicamentos unos 3 a 6 meses antes, evitando así malformaciones. El uso de ácido fólico y mantener en remisión la enfermedad es un aspecto determinante. Existen medicamentos que son seguros en el embarazo, pero siempre deben ser supervisados”, concluyó Núñez.

El Tercer Congreso de Pacientes con Enfermedades Digestivas continuará por dos sábados consecutivos más, el 26 de noviembre y 3 de diciembre, en horario de 9 a 12.45 horas.

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