Investigación determinó la resistencia a los antibióticos de bacteria que puede causar cáncer gástrico

Con la finalidad de frenar la cadena de infección e implementar un manejo proactivo del tratamiento de la Helicobacter Pylori, presente en el 50% de la población mundial, una reciente investigación observó la resistencia antibiótica de la bacteria a la claritromicina.

La doctora Yalda Lucero, gastroenteróloga de la Clínica Alemana, dio a conocer que “evidenciamos que la tasa de resistencia a la claritromicina era bastante alta y mayor a la que, de acuerdo con las guías internacionales, indican el uso de este antibiótico”, tras comparar muestras de 2010 y 2015, con otras del 2019 al 2022.

“De acuerdo con este estudio, no deberíamos usar este antibiótico que actualmente es de primera línea”, enfatizó la doctora, quien contó con fondos de investigación de la Clínica Alemana, en colaboración con investigadores de la Universidad de Chile y Universidad Católica.

Casos pediátricos

La especialista detalló que “los niños están mucho más expuestos al uso de antibióticos y muchas veces por cuadros virales o resfríos se les indican antibióticos que son parientes de la claritromicina (macrólidos), entonces por eso tienen mayor frecuencia a resistencia de la claritromicina que los adultos, así que esto hay que replicarlo a la población adulta para ver si es extrapolable”.

Además, resaltó que en pediatría “el manejo habitual es tratar solo los casos más graves y, en otras circunstancias en que nos encontramos incidentalmente con esta bacteria, no la tratamos porque en los niños uno trata de no sobre indicar antibióticos para no dañar la flora intestinal. Sin embargo, estas bacterias son tan importante que nosotros queremos tratar de cambiar, de alguna manera, esa conducta”.

Recomendaciones para el tratamiento de la bacteria

Tras la investigación, la especialista enfatizó que “lo que se utilizaba antes como tratamiento para esta bacteria era recetar omeprazol o esomeprazol, amoxicilina y claritromicina y ahora, gracias a estos hallazgos, proponemos reemplazar la claritromicina por metronidazol durante 14 días para asegurarnos la erradicación de la bacteria”.

La Dra. Lucero destacó que “la bacteria está dentro de las patologías GES, es decir, dentro de las garantías explícitas en salud, existe una canasta de prestaciones que incluye estos antibióticos, entonces es importante que los pacientes estén resguardados y que también, dentro de esa canasta, uno escoja el antibiótico más adecuado y que, por lo menos para nuestros pacientes, ya no sería la claritromicina”.

Respecto de la pertinencia de la investigación, la doctora señaló que “uno tiene que generar la evidencia y publicar estos resultados para, de alguna manera, convencer a los tomadores de decisiones. De todas maneras, el metronidazol también está en esta canasta, uno tiene la opción de elegir si toma claritromicina o metronidazol, así que no estamos desprovistos, pero en el futuro, si es que hubiera que ingresar otro antibiótico como alternativa, esta evidencia va a servir”.

«Esta es una bacteria que solo habita en humanos, por lo tanto, si uno la controla adecuadamente, podríamos pensar en erradicarla finalmente, así como en algún momento ocurrió con la viruela”, afirma la gastroenteróloga.

Bacteria difícil de tratar

La Helicobacter Pylori es una bacteria muy frecuente que se aloja a nivel de estómago, produciendo gastritis, úlceras e incluso, luego de décadas de infección, puede provocar cáncer gástrico.

Habitualmente tiene características de infección intrafamiliar y se contagia a través de la saliva, por ejemplo, al compartir artículos de alimentación, como un vaso o una cuchara.

La Dra. Yalda Lucero explica que esta bacteria tiende a ser resistente a los antibióticos y es difícil de tratar ya que, en general, “hay que tratarla con más de un antibiótico y durante un periodo de dos semanas”.

«Son tratamientos bastante pesados para el estómago y muchas personas, producto de las intolerancias a estos antibióticos, sea por diarrea o dolores estomacales, no completan el tratamiento y no llegan a erradicar la bacteria, razón por la que los fracasos del tratamiento son relativamente frecuentes», sostiene.

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