Cada dos horas alguien es diagnosticado en Chile con cáncer de sangre, que es el tipo de cáncer más frecuente en niños menores de 15 años. Según datos entregados por el Registro Nacional de Cáncer Infantil, los más comunes son la leucemia y el linfoma.
Frente a esta realidad, el Dr. Francisco Barriga, pediatra, hematólogo, oncólogo y experto en trasplante de médula ósea en menores, analizó con Cienciaysalud.cl el estado actual de esta especialidad.
“Se ha avanzado bastante en trasplante de médula ósea en Chile”, señala el especialista quien, como integrante de la Red de Salud de la Universidad Católica, realizó en 1989 la primera intervención de este tipo en un niño.
“Afortunadamente, gracias a las políticas del Ministerio, principalmente a la inversión que se hizo en el hospital Calvo Mackenna y la derivación de pacientes al sistema privado, la actividad de trasplante alogénico de un donante en niños es muy buena. Yo diría que casi se acerca a países mucho más desarrollados, así que estamos muy contentos con cómo esto está resultando”, plantea.
“Tenemos camino que andar. No estamos en un nivel primario, pero están sentadas las bases sentadas para hacerlo”, agrega.
Desafío en pacientes adultos
El Dr. Francisco Barriga señala que el principal desafío es mejorar el acceso para los pacientes adultos ya que, si bien en el sector privado hay una buena cobertura, con clínicas que cuentan con la infraestructura adecuada, en el sistema público hay mucho que avanzar.
“El problema más serio es que, para los adultos que se atienden en el sistema público, hay una actividad muy baja que tiene que mejorar, y ese es uno de los principales desafíos a futuro ya que en estos momentos la mayor tarea es conseguir que adultos beneficiarios del sistema público accedan a este procedimiento”, expresa.
Más allá del acceso a las donaciones, el especialista estima que se debe avanzar en todos los ámbitos ya que “el sistema no da abasto”.
“Es simplemente un problema de inversión, de falta de infraestructura y de capital humano, porque hay muchos menos especialistas de los que se requieren, y eso tiene dos patas: hay muy pocos programas de formación para especialistas en trasplante; y la especialidad en sí misma es poco atractiva para los médicos, por la tremenda dedicación y el estrés que significa trabajar en esta área”, comenta.
El aporte de DKMS
El Dr. Barriga es actualmente consultor de la fundación DKMS, organización de origen alemán que llegó a Chile en 2018 para ampliar una red que ya la tiene presente en Alemania, Estados Unidos, Polonia, Reino Unido, India y Sudáfrica.
La fundación se dedica a dar segundas oportunidades de vida a las personas a través de su registro de potenciales donantes de células madre sanguíneas, lo que a la fecha le permite contar con 200 mil inscritos y ha hecho posible la realización de unos 250 trasplantes, para cambiar la realidad de nuestro país en esta materia.
“Iniciativas como la de DKMS, que está consiguiendo que muchos chilenos se conviertan en donantes potenciales, también va a tener un efecto muy importante sobre el desarrollo del trasplante en nuestro país”, resalta el oncólogo.
Hitos del trasplante en Chile
Actualmente existen tres tipos de trasplante de médula ósea en nuestro país:
• Autólogo: se usan las células madre del mismo paciente. Éstas se recolectan antes de dar el tratamiento con altas dosis de quimioterapia asociada y/o radioterapia. Habitualmente se congelan bajo condiciones especiales a 180 grados bajo cero hasta ser usadas.
• Alogénico: se usan células madre de un donante inmunológicamente compatible con el paciente. Puede ser un hermano u otro tipo de donante en casos más seleccionados.
• Haploidéntico: se requiere la mitad de la compatibilidad inmunológica entre el paciente y el donante, lo que facilita encontrar un donante al ampliar el espectro a padres, hijos, primos.
Para llegar a esta realidad se ha recorrido un largo camino, cuyos hitos destaca el Dr. Barriga, ex jefe de Hematología y Oncología Pediátrica de UC Christus.
• “El primer trasplante lo hicimos en el 1989 con bastante éxito y empezamos a hacerlo de una manera periódica, muy de a poco, ya que en ese momento no había mucho conocimiento en el país e incluso entre la comunidad médica”.
• “Una de las mejores cosas que ocurrió fue cuando se descubrió que la sangre del cordón umbilical de los recién nacidos era una buena fuente de células madre y permitía trasplantar al menos a niños sin necesidad de compatibilidad. Uno de los pioneros fue un compatriota nuestro, el Dr. Pablo Rubinstein, que fundó el primer banco de sangre para trasplantes no relacionados en Nueva York. Gracias a ese esfuerzo realizamos el primer trasplante de un donante no relacionado en 1997 y con eso ofrecimos una alternativa a los niños que no tenían un donante en la familia”.
• “Al mismo tiempo empezó a funcionar el programa de adultos de la Universidad Católica, y creo que la Red de Salud fue pionera y la más activa en realizar trasplantes de médula por la formación que tuvo la gente que trabajó ahí, especialmente en adultos”.
• “En el año 2000 abrió el primer centro de trasplante en el sistema público en el Hospital Calvo Mackenna, y en 2004 el primer centro público de adultos en el Hospital Del Salvador. Se fueron incorporando clínicas y el hospital J. J. Aguirre. En este momento hay siete clínicas que hacen trasplante, con mayor o menor actividad, y están trabajando con el Minsal para ayudar a lo más importante, que es el acceso de nuestros pacientes a trasplantes en el país”.
• “Ya teníamos hermanos y sangre de cordón, cuando en 2007 iniciamos el primer banco de sangre de cordón de donante no relacionado con la empresa Vidacel, con el cual se hicieron varios trasplantes a pacientes chilenos”.
• “En 2008 contactamos a los registros de donantes no emparentados que ya se habían allanado a trabajar con nosotros y empezamos a recibir donaciones de personas adultas de afuera, porque en Chile no había nada, primero de Estados Unidos y después de Europa, y ahí completamos el círculo”.
• “En pediatría siempre hemos ido un poco por delante en la realización de todos estos progresos. Para los adultos era más difícil porque el trasplante con sangre de cordón, que era lo que había en ese momento, era muy poco efectivo. Por eso fue un enorme alivio y progreso cuando se descubrió la manera de hacer trasplantes con un familiar no idéntico, no un hermano”.
• “En 2018 se instaló en Chile la fundación DKMS, que tiene 30 años de existencia y siete filiales en el mundo, que junta entre ellos más de 11 millones de donantes. Se estableció con el fin de reclutar personas y facilitar donaciones para pacientes que lo necesiten en Chile y en todo el mundo”.