Científicos desarrollan una prueba menos invasiva para la enfermedad inflamatoria intestinal

Millones de personas en el mundo padecen enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que se presenta en una de dos formas: enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa. Aunque los dos tienen síntomas similares, requieren estrategias de tratamiento diferentes y las pruebas para distinguirlos son invasivas.

En un informe publicado en el Journal of Proteome Research, investigadores de la Sociedad Química Estadounidense descubrieron que las cadenas de moléculas de azúcar se adhieren a los anticuerpos de manera diferente en los pacientes con estas enfermedades, lo que algún día podría conducir a una simple prueba de diagnóstico basada en la sangre.

Aunque la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa tienen síntomas similares y causas desconocidas, afectan partes diferentes del tracto gastrointestinal y, por lo tanto, requieren terapias diferentes.

Actualmente, distinguir entre los dos suele requerir procedimientos invasivos, como una endoscopia o una biopsia. Para desarrollar una opción menos incómoda, algunos investigadores están buscando biomarcadores en la sangre u otros fluidos corporales de fácil acceso.

Inmunoglobulinas como biomarcadores

Los anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas, podrían servir como biomarcadores, dado que anteriormente se demostró que la inmunoglobulina G (IgG) desempeña un papel en las enfermedades autoinmunes, incluida la EII.

Pero otra clase, la inmunoglobulina A (IgA), también podría desempeñar un papel, porque funciona dentro de las membranas mucosas que cubren y protegen los órganos internos, como el tracto intestinal.

Estas moléculas inmunes pueden estar decoradas con cadenas de azúcares llamadas glicanos, y esto puede afectar su estructura y función. Dado que tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa afectan el tracto intestinal, Manfred Wuhrer y sus colegas querían entender cómo la glicosilación de IgA podría diferir entre estas dos enfermedades.

Para investigar estos patrones de glicosilación, analizaron más de 400 muestras clínicas de plasma de pacientes con cualquier forma de EII, junto con casi 200 controles sanos. Utilizando una combinación de cromatografía líquida y espectrometría de masas, encontraron más de 30 formas diferentes de anticuerpos IgA1 e IgA2. Los glicanos diferían entre los tres grupos experimentales.

Modelo estadístico predictivo

Los pacientes con enfermedad de Crohn tenían IgA con menos azúcares ramificados, pero más glicosilación en general en comparación con otros grupos.

Los pacientes con colitis ulcerosa tenían más glicanos unidos al extremo opuesto de la cadena de proteína IgA que el grupo de control.

Estos patrones se utilizaron para construir un modelo estadístico preliminar que podría predecir el grupo de enfermedades, y el modelo podría ampliarse aún más para usarlo como herramienta de diagnóstico.

Los investigadores dicen que este trabajo podría ayudar a que el diagnóstico de EII sea más fácil y menos invasivo para los pacientes.

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