Tres señales clave para saber si una persona está sufriendo un ataque cerebrovascular

El Ministerio de Salud (Minsal) define al ataque cerebrovascular (ACV) como una emergencia médica que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre hacia el cerebro, o cuando existe un sangrado dentro del cerebro.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 15 millones de personas sufren este problema, de las cuales 5 millones fallecen y 5 millones quedan permanentemente con algún tipo de discapacidad.

Por este motivo, el ACV es considerado una urgencia tiempo-dependiente. Es decir, que mientras antes una persona reciba atención profesional, mayores son las posibilidades de sobrevivir o de quedar sin secuelas.

En esta enfermedad, si la sangre no llega a una zona del cerebro durante varios minutos, las células nerviosas afectadas mueren. De ahí, la importancia de actuar con la máxima rapidez.

Tres señales clave

En un artículo difundido por el Hospital Clínic de Barcelona se advierte que, para actuar rápido, el primer paso es identificar el problema.

En la publicación, el neurólogo Dr. Xabier Urra, destaca que “el cerebro es un órgano complejo y diferentes zonas controlan diferentes funciones. Por tanto, un ictus (o ACV) puede presentarse de forma brusca y a afectar a funciones muy diferentes del cerebro”.

El Dr. Urra recomienda tres comprobaciones básicas que se pueden hacer ante la sospecha de que alguien esté sufriendo un ACV.

1. Pedir a la persona que sonría

La primera recomendación es pedir a la persona que haga una mueca o una sonrisa. Lo importante en este caso es “ver si esa sonrisa es simétrica o no”. Es decir, aclara el experto, “si consigue mover los dos lados de la cara”. En caso de que la persona afectada solo consiga mover uno de los lados, esto debería hacernos sospechar de un posible ictus.

2. Pedirle que levante los brazos

En segundo lugar, una maniobra que también se suele pedir a estos pacientes es que levanten los brazos. Si se observa una parálisis en uno de los lados, podemos sospechar que está presentando la enfermedad.

3. Pedirle que hable

Por último, es importante pedirle a la persona que hable. Una vez que lo haga, el Dr. Urra recomienda fijarse en “si el habla está mal articulada, no consigue hablar o dice palabras sin sentido”.

Para el neurólogo “gracias a estas comprobaciones se puede conseguir que el personal del hospital, por ejemplo, esté esperando en la puerta a la llegada del paciente con esta sospecha, o que, a la hora de llamar a emergencias, se pueda alertar al equipo que llegue con la ambulancia”.

El Minsal sugiere que frente a la presencia de uno o más de estos tres síntomas, se debe llamar inmediatamente al número de emergencias del SAMU (131) o acudir al servicio de urgencias hospitalario más cercano, para poder recibir a tiempo el tratamiento que corresponda.

Factores de riesgo y prevención

Entre los factores de riesgo de esta patología se encuentran la presión arterial elevada, el consumo de tabaco, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad, el sedentarismo y la fibrilación auricular.

Además, se estima que a mayor edad existe mayor riesgo, y los hombres tienen un riesgo más alto, al igual que las personas que tienen familiares directos con antecedentes de un ataque cerebrovascular.

Para prevenir el ataque cerebrovascular es recomendable seguir estas indicaciones:

• Controlarse la presión arterial y recibir tratamiento médico para normalizarla si es que se encuentra elevada.

• Alimentación saludable: consumir menos sal y menos alimentos altos en calorías, azúcares o grasas. Aumentar el consumo de frutas y verduras.

• Practicar actividad física regularmente (1 hora, 3 veces por semana).

• No fumar.

• Moderar el consumo de bebidas alcohólicas.

• Evitar el exceso de peso (no usar medicamentos para bajar de peso, ni drogas estimulantes).

• Bajar la glicemia (azúcar en la sangre), en particular si hay antecedentes familiares de diabetes.

• Bajar el colesterol.

• Tratar y controlar las enfermedades cardíacas: arritmias, enfermedad de las válvulas o de las arterias coronarias.

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