Desde el 2000, la Federación Mundial del Corazón (WHD, por sus siglas en inglés), respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), designó el 29 de septiembre como el Día Mundial del Corazón para crear conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares, así como también para enseñar a prevenirlas, controlarlas y tratarlas.
Para este 2023, la WHD puso énfasis en la importancia de conocer y cuidar este órgano fundamental.
“Es un recordatorio para que todas las personas en todo el mundo cuiden su corazón. La campaña de este año se centra en el paso esencial de conocer primero nuestro corazón”, plantea.
La Dra. Carolina González Reyes, directora de Educación Continua de la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes, detalló cuáles son los signos y síntomas de un posible problema cardíaco y cuándo se debe buscar atención médica.
“Los síntomas que podrían significar una enfermedad son dolor al pecho, ahogos, palpitaciones, hinchazón del cuerpo o extremidades y desmayos. En cualquiera de estas ocasiones se debe buscar atención médica que permita confirmar o descartar al corazón como la causa. Además, el tratamiento oportuno de estas afecciones permite menos consecuencias en el resto de los órganos del cuerpo que necesitan de un buen latido cardiaco para vivir”, planteó.
Factores de riesgo
La Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC) remarca que los esfuerzos que se realizan para reducir la morbilidad y la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares (ECV) son insuficientes, planteando que los mayores progresos en salud no deberán focalizarse únicamente en el campo de los fármacos de costo excesivo ni en la tecnología, sino en el terreno de la promoción y la prevención.
El sedentarismo, los alimentos ultraprocesados, la contaminación ambiental y el estrés surgen como los principales factores globales desatendido durante años, y cada vez más crecientes.
Frente a esto, la Dra. González señala que “todas las prácticas de un estilo de vida saludable tienen repercusiones en el funcionamiento del corazón”.
“El comer saludable, la actividad física, el buen dormir, no fumar ni beber contribuyen a que el corazón mantenga su funcionamiento sin problemas durante mucho tiempo”, resalta.
Avances tecnológicos
La académica destaca que las ECV han tenido grandes avances médicos que han permitido tener mayor sobrevida en patologías que antes implicaban la muerte.
“Hoy se puede contar con un holter implantable, que permite el control del ritmo cardíaco las 24 horas del día y en forma permanente hasta por tres años, teniendo información del funcionamiento del corazón en tiempo real. Este mismo aparato envía información al paciente con un mensaje al especialista para que vea un evento específico, visualizándolo en una página web y pudiendo dar indicaciones específicas y oportunas al paciente. Esto se puede asociar a un desfibrilador implantable que revertirá las alteraciones en el ritmo que ameriten este tipo de tratamiento”, ejemplifica.
“Los datos que mandan estos dispositivos podrían ser analizados con inteligencia artificial, permitiendo predecir futuras complicaciones o llegando a un diagnóstico aún más rápido. En la actualidad, se está estudiando las terapias génicas, celular y con células madre para tratar diversas enfermedades cardiacas”, agrega.
Las ECV son la principal causa de muerte en el mundo y matan a más de 20,5 millones cada año. Lamentablemente, la mayoría ocurren en países de ingresos bajos y medios.
En Chile, las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte. De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud (Minsal), 34 de cada 100 mil chilenos fallece por infarto agudo al miocardio, mientras que 31 lo hacen a causa de otras enfermedades hipertensivas.