La llegada de la primavera representa para muchos el inicio de un período alegre en que las flores, los colores, los días más largos y el buen tiempo acompañan de mejor manera el diario vivir. Sin embargo, para un sector de la población marca el comienzo de la depresión estacional, un trastorno del estado de ánimo que suele manifestarse por las variaciones de luminosidad que provocan los cambios de estación.
José Luis Rossi Mery, académico del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile y del Departamento de Psiquiatría Norte de la Facultad de Medicina, explica que “el trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión cuyo desencadenante más típico es la variación de la luz solar, lo que provoca alteraciones en nuestro ritmo circadiano. Hay personas que son más sensibles a los cambios lumínicos por razones neuro-endocrinas o genéticas. Esta sensibilidad favorece la aparición de los síntomas depresivos estacionales”.
El profesor Rossi agrega que “cuando esto pasa en el tiempo de primavera y verano, aparece el insomnio y la disminución del apetito, la pérdida de peso. Son depresiones con más agitación psicomotora, el paciente las vive con más ansiedad e incluso con más irritabilidad, que es algo que puede confundir porque el paciente no se ve deprimido, pero se ve muy irascible”.
¿Quiénes son más susceptibles? Las mujeres y la gente joven, así como las personas diagnosticadas con bipolaridad.
“Hay pacientes bipolares que tienen patrón estacional y son más susceptibles a descompensarse con los cambios de estación. Podrían hacer fases depresivas o fases maníacas. Dicho en términos sencillos, se les puede exaltar el ánimo de manera patológica, se pueden volver extremadamente eufóricos, arriesgados e irresponsables e impulsivos o aumentar el consumo de sustancias”, dice el profesor Rossi.
Ayuda profesional
Si el estado anímico está alterando la vida diaria, hay que tomarse en serio los síntomas e ir a un psiquiatra que indique un tratamiento farmacológico.
“Si por andar más irascible tengo problemas de pareja o con los compañeros de trabajo o que mi productividad mental no es la misma. Si efectivamente hay un antes y un después porque los cambios de luz empiezan a tener una incidencia, y esto está interfiriendo mi vida, lo que hay que hacer es consultar al médico psiquiatra, no al psicólogo, porque el primer tratamiento es biológico. Pueden ser los fármacos de primera línea y/o la fototerapia”, enfatiza.
Atención a los síntomas
La profesora Viviana Guajardo Tobar, académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Norte de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, señala que hay que poner atención a los síntomas de esta afección.
“Pueden aparecer los síntomas típicos de una depresión: tristeza, disminución del ánimo, ansiedad, irritabilidad, alteraciones del sueño, del apetito y de la libido, entre otros”, plantea.
Acerca de las estrategias para el manejo de los síntomas, es importante distinguir de acuerdo a su gravedad, dice la académica de la Facultad de Medicina.
“Si los síntomas son leves, moderados o graves de la depresión, van a requerir tratamientos que van desde la psicoeducación, la psicoterapia o pueden llegar a requerir tratamientos farmacológicos. Es importante identificar los factores de riesgo en personas que hacen habitualmente depresiones estacionales, que hay antecedentes en la familia o de trastorno bipolar porque se ha visto que las personas que tienen depresiones estacionales recurrentes pueden tener un mayor riesgo de presentar trastornos del ánimo como del tipo bipolar”, indica.
Recomendaciones para cuidar del bienestar emocional
• Aprovecha la luz natural: sal a dar un paseo, haz ejercicio al aire libre o simplemente siéntate en un parque a disfrutar del sol. La exposición a la luz natural puede mejorar tu estado de ánimo y ayudar a regular tu ritmo circadiano.
• Mantén una rutina: intenta tener horarios regulares para dormir, comer y hacer ejercicio. Esto puede ayudarte a sentirte más en control y reducir la sensación de caos que a menudo acompaña a la depresión estacional.
• Come de forma saludable: Presta atención a tu alimentación. Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas, verduras y alimentos con alto contenido de omega-3, puede tener un impacto positivo en tu estado de ánimo. Evita el exceso de azúcares y alimentos procesados.
• Busca apoyo social: Mantén el contacto con amigos y familiares. La interacción social puede ayudarte a sentirte conectado y apoyado emocionalmente. Considera participar en actividades sociales que te interesen.
• Practica la relajación: Incorpora técnicas de relajación en tu rutina diaria, como la meditación, el yoga o la respiración profunda. Estas prácticas pueden reducir el estrés y la ansiedad, dos factores que a menudo se relacionan con la depresión estacional.
• Consulta a un profesional: Si experimentas síntomas graves de depresión estacional, como sentimientos de desesperanza, aislamiento extremo o cambios significativos en tu apetito y sueño, busca ayuda profesional. Los psicólogos y psiquiatras pueden proporcionar terapia y, en algunos casos, medicación para tratar esta afección.
Fuente: Hospital Clínico Universidad de Chile.