Octubre es el Mes del Accidente Cerebrovascular, el pasado domingo 29 se conmemoró el Día Mundial del ACV y, además, por primera vez este año se instauró el Día Nacional del ACV, instancias que buscan concientizar sobre esta afección que en Chile representa una se las principales causas de muerte y discapacidad.
La Dra. Cecilia Aguilar, jefa de Neurología Hospitalaria de la Red UC Christus, explicó a Cienciaysalud.cl que un accidente cerebrovascular (ACV) “corresponde a una enfermedad en la que se pierde tejido neuronal, ya sea por la oclusión o la disminución del suministro de sangre, o por sangrado dentro del cerebro, lo que provoca pérdida de tejido cerebral y, por lo tanto, discapacidad asociada”.
El accidente cerebrovascular se ha convertido en un problema de salud de gran magnitud en Chile, al transformarse en la principal causa de muerte y una de las principales causas de invalidez, afectando a unas 40 mil personas al año.
Si bien puede ocurrir a cualquier edad, las posibilidades aumentan con el paso de los años. Los adultos mayores de 65 años, así como las personas con hipertensión arterial, diabetes y niveles altos de colesterol, se encuentran en el grupo de mayor riesgo. Otros factores incluyen el tabaquismo, las arritmias cardiacas, el sobrepeso, la falta de actividad física y el consumo excesivo de alcohol.
Frente a esta realidad, la especialista en neurología remarca que se trata de una enfermedad prevenible con un adecuado control médico y conductas de vida saludable.
“A nivel de la población general, en la medida en que reducimos los factores de riesgo cerebrovasculares vamos a reducir la incidencia de ellos. Por lo tanto, sí es posible prevenir no solamente el ACV sino gran parte de las enfermedades neurológicas teniendo un buen control de los factores de riesgo”, manifestó.
Para ello, resaltó que “es recomendable mantener un estilo de vida saludable que no solamente incluya fármacos en caso de colesterol alto, azúcar elevado en el caso de la diabetes o la presión alta, sino también hábitos que vayan en la misma línea: ejercicio físico, tener una buena higiene se sueño, e idealmente agregar dentro de las prácticas diarias actividades que permitan disminuir los niveles de estrés”.
“Tiempo es cerebro”
La prevención, la identificación temprana y la atención rápida son esenciales para combatir el ACV, una enfermedad que, con la acción adecuada, puede ser tratada con éxito.
“Reaccionar rápido es clave, por eso es importante educar a la población sobre los síntomas iniciales y la necesidad de consultar lo antes posible, porque en términos de tratamiento mientras antes los pacientes accedan a atención es mejor. Nosotros ocupamos una frase habitualmente que es tiempo es cerebro: mientras antes podamos tratar a estos pacientes, mejor va a ser el pronóstico”, expresó.
“Debemos estar atentos a los síntomas de un ACV, que básicamente son dificultad para hablar, dificultad para mover algún lado del cuerpo o alteraciones en el equilibro, que aparecen bruscamente. Y alertar a la población que, en el caso que aparezcan, se debe consultar a un centro de salud lo antes posible”, agregó.
¿Cómo reconocer un ataque cerebral?
Los síntomas de un ACV pueden manifestarse de forma repentina e incluyen:
• Pérdida brusca de la fuerza en una parte del cuerpo.
• Dificultad para hablar o comprender el lenguaje.
• Pérdida de movilidad en un lado de la cara.
• Sensación de adormecimiento repentino en alguna parte del cuerpo.
• Pérdida súbita de la visión en un ojo.
¿Qué hacer ante la sospecha de un ataque cerebral?
Ante la sospecha de un ACV, es fundamental actuar con rapidez:
• Llamar inmediatamente al número de emergencias del SAMU (131) o acudir al servicio de urgencias hospitalario más cercano.
• No esperar a que los síntomas desaparezcan por sí solos, ya que las primeras horas son cruciales.
• No tomar medicamentos adicionales sin indicación médica.
• No esperar hasta la próxima cita médica programada, vaya directamente al hospital.
• Si es posible, avisar telefónicamente al servicio de urgencia que está en camino.