Investigadores de Mayo Clinic están desarrollando una extensa biblioteca de prototipos de ADN de especies bacterianas patógenas que ayudará a los médicos a entregar diagnósticos más certeros, rápidos y a precisar tratamientos dirigidos para mejorar los resultados en pacientes.
“Estamos desarrollando la base de datos de la secuenciación completa del genoma bacteriano, porque nuestro laboratorio se encuentra con aislados bacterianos no identificables en la práctica clínica”, asegura la Dra. Robin Patel, directora del Laboratorio de Investigación de Enfermedades Infecciosas de Mayo Clinic.
“El desafío se vuelve mayor con el avance de la crisis de resistencia a los antibióticos, por lo que no conocer una secuencia bacteriana nos genera un dilema a la hora de intentar determinar lo que sucede con un paciente”, advierte la científica.
Secuencias sin nombre
La base de datos bacteriana contiene más de mil 200 secuencias de ADN de especies recuperadas en zonas infectadas, como pulmones, orina, articulaciones y sangre. La Dra. Patel sostiene que muchas de ellas no se habían secuenciado antes, incluso, algunas ni siquiera tenían nombre.
Los científicos han nombrado y descrito aproximadamente diez mil especies bacterianas, pero es probable que eso solo represente a una fracción de la diversidad total, porque se encuentran en todos los hábitats del planeta.
Estos microbios minúsculos tienen un décimo del diámetro de un cabello humano, con una pared protectora gruesa que les permite sobrevivir en entornos hostiles, incluido el intestino y el torrente sanguíneo humanos.
Prototipos bacterianos
La secuenciación del ADN bacteriano genera un mapa detallado de la disposición de las cuatro letras que representan los cimientos de la información genética dentro del microbio: las Aes, las Ces, las Ges y las Tes.
La Dra. Patel asegura que conocer la composición genómica de cada cepa bacteriana abre la puerta a un mundo de descubrimientos, como la posibilidad de comprender su estructura y funcionamiento y lo que provoca que surja una cepa resistente a los medicamentos.
“Los genomas bacterianos pueden ser difíciles de secuenciar y reconstruir porque las piezas del ADN pueden moverse y duplicarse. Por eso, conectar todo es complicado, en especial cuando se trata de una especie nueva en la que no se sabe bien qué se está buscando y se está intentando descifrarlo”, explica.
Resistencia a los antibióticos
La Dra. Patel afirma que frecuentemente su equipo se encuentra con especies bacterianas resistentes a los medicamentos, y no solo las más habituales, que incluyen a Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa.
“Las bacterias tienen la capacidad de mutar por sí solas o de adquirir genes resistentes de otras bacterias. Hay cientos de especies diferentes de bacterias que pueden infectar a los pacientes, y es importante tener los datos para brindar asistencia médica, incluso si están infectados por bacterias poco habituales o tienen infecciones complicadas”, enfatiza.
Fuente: Mayo Clinic.