El síndrome de dolor rotuliano o patelofemoral se presenta en la parte frontal de la rodilla, alrededor de la rótula, y se desarrolla principalmente en personas que corren o que practican deportes que implican saltar.
El Dr. Javier Orellana, traumatólogo de rodilla de la Clínica Ciudad del Mar, sostiene que esta patología “es frecuente en mujeres, sobre todo jóvenes que realizan actividad física, que tienden a tener mayor sobrecarga en la rótula por la anatomía que poseen”.
Según Mayo Clinic, “ellas tienen el doble de probabilidades que los hombres de padecer dolor patelofemoral. Esto puede deberse a que tienen pelvis más ancha y esto aumenta el ángulo en que se unen los huesos en la articulación de la rodilla”.
Ejercicios no guiados
Para el Dr. Orellana, otro grupo que es más propenso a tener esta patología, “son pacientes jóvenes que están haciendo deporte, muchas veces no guiados o con mucha sobre carga de la articulación, inflexión y carga, al realizar ejercicios como sentadillas con peso y estocadas”.
Por lo general, el síndrome de dolor patelofemoral afecta a adolescentes y adultos jóvenes, ya que, en las personas mayores, los problemas de rodilla suelen deberse a la artritis.
Otro factor de riesgo para sufrir esta enfermedad, es practicar deportes que impliquen correr y saltar porque puede suponer una carga adicional para las rodillas, en especial, cuando se aumenta el nivel de entrenamiento.
El síndrome de dolor patelofemoral suele causar un sufrimiento poco intenso en la parte delantera de la rodilla, aunque el dolor aumenta al realizar las siguientes acciones:
• Subir o bajar escaleras.
• Arrodillarse o ponerse en cuclillas.
• Sentarse con una rodilla flexionada durante períodos prolongados.
Tratamiento
El Dr. Orellana explica que la evaluación “parte siempre por un acucioso examen físico del paciente. Posteriormente se solicitan radiografías para poder evaluar la alineación de la extremidad en diferentes proyecciones, se puede agregar un escáner que nos permite medir en forma muy precisa cuánto es el desplazamiento que puede tener la rótula”.
El especialista asegura que “siempre se debe complementar con una resonancia magnética que permita ver la integridad de la articulación, cómo está el estado del cartílago y otras lesiones asociadas”.
El tratamiento de las lesiones, por lo general, se soluciona de forma médica o con tratamiento kinesiológico para mejorar la estabilidad muscular. “También se pueden realizar infiltraciones con diferentes tipos de medicamentos, y en algunos casos, cirugía”, señala el médico.
Prevención
Mayo Clinic publicó un artículo donde detalla ciertas medidas que pueden ayudar a prevenir este síndrome:
• Tener fuerza en los músculos de la pierna y la cadera ayuda a mantener el equilibrio de la rodilla durante la actividad. Evitar hacer sentadillas profundas durante el entrenamiento con pesas.
• Preguntar a un fisioterapeuta sobre ejercicios que ayuden a saltar, correr y girar correctamente. Es muy importante fortalecer los músculos externos de la cadera, ya que evitará que la rodilla se hunda hacia adentro al ponerse en cuclillas, amortiguar un salto o bajar escaleras.
• Si se tiene sobrepeso, adelgazar alivia el esfuerzo sobre las rodillas.
• Hacer ejercicios de precalentamiento antes de correr o de hacer otro tipo de ejercicio.
• Hacer estiramientos para estimular la flexibilidad.
• No aumentar repentinamente los entrenamientos.
• Usar calzado adecuado que esté diseñado para la actividad.