El domingo 12 de noviembre, como cada año, se conmemoró el Día Mundial contra la Neumonía, que tiene como objetivo generar conciencia sobre esta enfermedad que afecta a personas de todas las edades y que puede ser mortal, especialmente en los grupos de riesgo como niños pequeños, adultos mayores y personas con el sistema inmune debilitado.
Según plantea la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), esta fecha busca remarcar la importancia de la prevención, el tratamiento y la importancia de la vacunación contra la neumonía, así como la promoción de la investigación y la acción para combatir esta enfermedad respiratoria significativa, que afecta a millones de personas en todo el mundo.
En definitiva, se busca educar a la comunidad global sobre sus riesgos y fomentar la colaboración en la lucha contra esta enfermedad para reducir su impacto en la salud pública.
¿Qué es la neumonía?
La neumonía es una infección que causa la inflamación de los alveolos en uno o ambos pulmones, lo que provoca una acumulación de líquido o pus.
Los alveolos son pequeños sacos de aire ubicados en los pulmones, y son fundamentales para que ocurra el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en el sistema respiratorio. Cuando inhalamos, el oxígeno pasa a través de los bronquios y bronquiolos hasta llegar a los alveolos. Allí, el oxígeno pasa de los sacos de aire al torrente sanguíneo y el dióxido de carbono (producto residual del metabolismo) se mueve desde la sangre a los alveolos para ser exhalado. Su estructura, por tanto, es vital en el proceso respiratorio y oxigenación del cuerpo.
Cuando los alveolos se inflaman, puede afectar su capacidad para realizar su función de intercambio gaseoso eficientemente.
Síntomas más comunes:
• Tos (puede ser seca o productiva), con flema, la que puede ser de diferentes colores, a menudo amarilla, verdosa o con sangre.
• Dificultad para respirar, ya sea una sensación de falta de aliento o respiración acelerada.
• Fiebre, a menudo alta, acompañada de escalofríos y sudoración.
• Malestar general, con sensación de debilidad, fatiga o malestar general.
• Dolor en el pecho, leve o intenso, que a menudo empeora al toser o respirar profundamente.
• Náuseas, vómitos o diarrea.
Los riesgos de la neumonía
Si no se trata adecuadamente, o en personas con sistemas inmunológicos débiles, puede conllevar varios riesgos graves e, incluso, la muerte. En algunos casos, puede llevar a dificultades respiratorias severas o insuficiencia respiratoria.
La infección puede extenderse a otras áreas del cuerpo o complicarse con infecciones secundarias, también pueden dañar tejidos pulmonares, afectando la capacidad de los pulmones para funcionar correctamente.
La neumonía puede requerir hospitalización, especialmente en casos graves o si afecta a personas vulnerables como niños pequeños, adultos mayores o en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
¿En qué consiste el tratamiento?
La pronta identificación de los síntomas y el tratamiento adecuado son fundamentales para reducir los riesgos y prevenir complicaciones graves. Dependiendo de la causa de la infección (bacteriana, viral u otra) y según la gravedad de los síntomas, el tratamiento puede variar.
Si la neumonía es de origen bacteriano, los antibióticos son el tratamiento estándar. Mientras que, si es viral, se pueden prescribir antivirales en ciertos casos. También se pueden recetar analgésicos para reducir la fiebre y el malestar, así como medicamentos para la tos y la congestión.
El descanso y beber líquidos en abundancia, son imprescindibles para la recuperación.
En casos más graves, o si el paciente es vulnerable, puede ser requerida la hospitalización para recibir tratamiento intravenoso y supervisión médica más intensiva.
Para aquellos con dificultad respiratoria severa, se puede requerir oxigenoterapia o terapias respiratorias.
Es importante seguir las indicaciones médicas y completar el tratamiento para asegurar una recuperación completa y reducir el riesgo de complicaciones.
Fuente: Sociedad Chilena de Pediatría.