En los últimos años la medicina estética facial crece como opción para quienes que desean mejorar la apariencia y rejuvenecer el rostro. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, al igual que cualquier procedimiento médico, existen complicaciones potenciales que deben ser consideradas.
Cada paciente es único y puede experimentar diferentes reacciones a los tratamientos estéticos faciales, disponibles en clínicas y centros. Algunas de las complicaciones más comunes incluyen inflamación, enrojecimiento y sensibilidad en la piel tratada.
“Es fundamental que estos procedimientos sean realizados únicamente por profesionales autorizados que puedan gestionar adecuadamente estas complicaciones y minimizar sus efectos”, advierte la Dra. Claudia Avaria, directora de la Clínica Avaria.
Además, existen riesgos de problemas más serios. Entre ellos se encuentran infecciones, isquemia, necrosis, reacciones alérgicas y granulomas.
Es crucial que los pacientes informen a su médico sobre cualquier problema o síntoma inusual, que puedan experimentar después del tratamiento, para recibir la atención adecuada de forma inmediata.
Resultados estéticos
Entre las complicaciones asociadas a la toxina botulínica “se incluyen asimetrías de las cejas, la elevación excesiva conocida como cejas de Mefisto, la caída denominada ptosis de cejas, y casos de ptosis del párpado superior, que implica la caída del párpado debido a la migración de la toxina botulínica”, detalla la Dra. Avaria.
“Respecto de los rellenos dérmicos, las complicaciones abarcan nódulos tanto inflamatorios como no inflamatorios, isquemias, reacciones alérgicas y raras infecciones”, agrega.
Las complicaciones asociadas con los rellenos dérmicos, como el ácido hialurónico, generalmente “se tratan mediante el uso de hialuronidasa, una enzima que degrada el ácido hialurónico. Esto ayuda a evitar problemas graves y a restaurar la normalidad, pero debe seguirse un protocolo especial” informa la directora de la clínica.
La elección de un profesional cualificado y experimentado en medicina estética facial es crucial para minimizar el riesgo de complicaciones.
Los médicos deben contar con la formación y la certificación adecuadas, además de tener un amplio conocimiento de los procedimientos y técnicas utilizadas en este campo. Ello se puede certificar en la página de la Superintendencia de Salud.