Crisis sanitaria: cómo enfrentar las cirugías postergadas y la declaración de nuevas enfermedades

Uno de los tantos problemas aparejados con la pandemia fue el no acceso oportuno a atención médica. Muchas personas vieron interrumpidos sus tratamientos o notaron que la lista de espera se prolongaría por mucho más tiempo. Se suspendieron las atenciones médicas y las cirugías para dar prioridad a los pacientes COVID, tanto en la red pública como en la red privada.

Médicos especialistas ya habían visualizado durante el año pasado la nueva crisis sanitaria que se avecinaba. El Mismo Ministerio de Salud, emitió al parlamento un informe donde se dio a conocer el estado de las listas de espera. Solo entre enero y junio de 2020, 15.665 personas murieron mientras aguardaban respuesta a su problema de salud, del universo total de 2.317.340 de personas que transitaron por la lista de espera no Auge/GES.

Además, el informe reveló que habían más de 20 mil pacientes con interconsulta pendiente. Así, el 95% de las personas estaba a la espera de una consulta con un especialista y el 7,49% esperaba ser derivado para una cirugía. Es más, para junio de 2021 ya se proyectaba que 2,6 millones de atenciones de salud se postergarían por la pandemia.

Hasta la fecha no hay una actualización de aquel informe, pero sus análisis son de preocupación. El 15,3% de las personas que estaban en lista de espera no GES falleció por COVID-19. La causa que lidera la lista es por tumores y en segundo lugar enfermedades del sistema circulatorio.

En el reporte, Salud concluye que “el análisis realizado de las defunciones de personas en lista de espera no GES no permite establecer diferencias en el comportamiento de las muertes entre los fallecidos de la lista y las defunciones en población general chilena”.

Seguido de ello, el Minsal reporta que es tarea de cada establecimiento de salud indagar las fichas clínicas de los pacientes y así establecer la causalidad entre la atención en espera y la causa de muerte.

“El análisis de las prestaciones que quedaron en espera y las prestaciones otorgadas a los fallecidos durante enero y junio 2020 no permiten establecer causalidad directa entre las patologías que llevaron a la muerte y las atenciones que quedaron en espera. Esta causalidad podría ser solo investigada a través de una auditoria de fichas clínicas”, concluyen.

Por último, el otro problema que se avecina y que los especialistas han advertido es sobre aquella población que durante la pandemia se les declaró alguna enfermedad. Dada la postergación de exámenes médicos y las condiciones de la pandemia que acrecentaron los índices de sedentarismo, es posible que nuevas personas padezcan enfermedades crónicas o que sus enfermedades se hayan agravado. Será un desafío que el sistema de salud deberá enfrentar en paralelo con el COVID-19 y sus nuevas variantes.

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