Un estudio realizado por el Colegio Médico de Chile y que cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud, cifró en 300 el número de profesionales que se requieren en el sector público para cubrir las demandas de la población. Esta es una de las conclusiones más importantes que arrojó un trabajo que encabezó el gremio y cuyo objetivo era establecer las debilidades del sistema de emergencia de la red de salud, que al año recibe alrededor de 17 millones de consultas.
Según detalló El Mercurio, el informe destaca que el presupuesto fiscal de este año contempla la incorporación de 66 nuevos cargos médicos para las urgencias en todo el país, sin embargo sólo 12 de ellos son para reducir el déficit, cifra que dista bastante de los 300 cupos que de acuerdo al Colegio Médico, faltan en los distintos servicios de urgencia.
Esta conclusión del organismo gremial se suma al diagnóstico realizado por el Banco Mundial y el Ministerio de Salud en un estudio del año pasado, que cifró en 587 el número de especialistas que faltan para evitar el aumento de las listas de espera.
De acuerdo a este trabajo, los servicios de urgencia viven una difícil situación, porque mientras los Sapu concentran el 57% de las atenciones, los hospitales se hacen cargo el 43% restante. El informe también reveló que durante el invierno pasado fueron estos servicios los que vieron incrementada en cuatro veces la demanda asistencial de un año normal, a consecuencia de la aparición del virus de la influenza A(H1N1).
Ante la cercanía del invierno y el peak de enfermedades invernales, que históricamente añaden un importante número de atenciones en el sector público, especialmente en urgencias, el Colegio Médico solicitó, a través de su presidente, Pablo Rodríguez, realizar todos los esfuerzos posibles para contratar los especialistas que requiere el sistema para disminuir las listas de espera y mejorar la calidad de la atención de los pacientes.
En declaraciones a El Mercurio, Rodríguez señaló que «no estamos hablando aquí de que se necesiten grandes cifras, porque el costo de mejorar ostensiblemente las urgencias es relativamente bajo”. Según estimaciones del gremio, el costo promedio de un cargo de urgencia es de $6.000.000, el cual se divide entre seis médicos que cumplen turnos en igual la misma cantidad de días, de esta forma, un profesional que hace un turno de 28 horas una vez cada seis días gana alrededor de $1.000.000.
En relación a las demandas del gremio, el mismo Rodríguez afirmó la semana pasada en “por eso pido a las autoridades que nos demos un plazo perentorio para enfrentar este problema. Quiero saber cuándo vamos a contar con una política de recursos humanos, con adecuadas remuneraciones e incentivos que aseguren estabilidad laboral a los médicos (titularidad), en cuánto tiempo vamos a formar a los especialistas, lo que debe considerar un plan para la formación descentralizada donde se formen buena parte de los profesionales para regiones».
El estudio, que se llevó a cabo en 15 hospitales de todo el país, contiene además una serie de sugerencias, entre las que destacan el aumento en la facultad de los médicos de atención primaria para ordenar una mayor cantidad de exámenes que los actualmente permitidos, incrementando la capacidad de resolución pues el paciente llega al especialista con la batería de exámenes básicos ya realizados.
«Un ejemplo que da muestra de la gravedad del problema es que en Puerto Montt recién se consiguió que hubiese un segundo cirujano de turno, cuando cualquier médico sabe que la cirugía debe realizarse entre al menos dos profesionales, siempre», cuenta Rodríguez. El estudio además identifica a las regiones extremas como los lugares menos atractivos para conseguir el concurso de los especialistas.
Problemas de hospitalización y mal manejo en urgencias
El estudio incluyó a 15 unidades de emergencia, constatando «la hospitalización de pacientes en las denominadas salas de observación, algunas con categoría de intermedio en nivel de criticidad, incluso hasta ser dados de alta».
De acuerdo al gremio, el problema es más profundo, pues «se ha consignado también que en algunas unidades de emergencia esta hospitalización incluso determina la ocupación de boxes de consulta, lo que impacta en el normal funcionamiento de la atención ambulatoria de estos centros. Esta situación tiene efectos a nivel de la gestión en lo referente a los costos y utilización de recursos humanos».
Además, la comisión encargada del estudio constató que «no está universalizado el sistema de clasificación estándar que se aplica a los pacientes al ingreso a las unidades de urgencia, aprobado por el Minsal». Ésta busca priorizar por el nivel de emergencia de los casos a quién se atiende primero.
Al respecto, el informe del Colegio Médico señala que «en algunos casos esta labor es llevada a cabo por enfermeras de urgencia, y en otros, por técnicos paramédicos», lo que podría generar diferencias de criterio ante casos complejos. Por último, afirma que «en algunos hospitales no se lleva a cabo ningún tipo de categorización, lo que es grave».