Minsal propone comprar sólo genéricos para reducir deuda hospitalaria

En el marco del manejo del déficit que el Minsal trabaja en conjunto con la Segegob y la Dirección de Presupuestos, el Ministerio de Salud anunció la medida de comprar sólo medicamentos genéricos en vista de aligerar la deuda hospitalaria que afecta al sector.

En la actualidad, 23 remedios pueden ser reemplazados entre el original y la versión «similar», de un total de 789 genéricos que existen en el país. La semana pasada habría quedado listo el mecanismo que impediría a hospitales y municipios comprar fármacos directamente a los proveedores.

A mayo de 2010, los 183 hospitales del país debían $109.915 millones, los que el Ministerio de Salud espera disminuir con una serie de medidas, entre las que destaca la compra prioritaria de fármacos genéricos por parte de los hospitales públicos.

En efecto, la propuesta para manejo del déficit en salud presentada ante la Dirección de Presupuestos y la Segegob el 19 de junio pasado afirma que «respecto de las compras de medicamentos e insumos, se establecerá la obligatoriedad del uso de medicamentos genéricos, excepto en los casos en que los protocolos AUGE expresamente lo indiquen».

El problema con los medicamentos genéricos, según los expertos, es que no pueden garantizar la misma seguridad y eficacia que el medicamento original o de innovación, cosa que se agrava en la medida en que el medicamento es más complejo en su composición, como ocurre, por ejemplo, con los fármacos biotecnológicos.

Esta dificultad estaría zanjada si el país estuviera más avanzado en definir sus criterios de bioequivalencia -que garantizan el mismo efecto terapéutico del medicamento copia respecto del fármaco original-, pero a la fecha son sólo 23 los medicamentos que tienen sus protocolos establecidos, sobre un total de 789 remedios genéricos que existen en el país.

En al menos dos servicios de salud (de los que dependen los hospitales) reconocieron que la orden del ministerio ya les fue comunicada, pero no como obligatoria, sino como una «recomendación prioritaria».

Así también lo planteó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, consultado por «El Mercurio», quien explica que la idea no es obligar a prescribir genéricos, pero sí respetar las guías clínicas del plan AUGE (que cubre sobre el 80% de las enfermedades que afectan a los chilenos). Y en la actualización hecha el año pasado a dichas guías, se dispuso en muchos casos el uso de genéricos. Mañalich agrega también como variable «el uso de un mecanismo competitivo para bajar precios», como licitaciones, y agrega que esta última instancia «obliga a abrir el mercado farmacéutico».

El documento agrega que, en materia de medicamentos, se iniciará una reingeniería en la Central de Abastecimientos del Ministerio de Salud (Cenabast) «que garantice que esta entidad sea utilizada como asesoría técnica para las compras, pero que inhiba la generación de deuda adicional a la que registran los servicios de salud por compras efectuadas a la Cenabast».

Compra con respaldo

Añade la propuesta que «las adquisiciones de la Cenabast deben responder estrictamente a los requerimientos de compra de los servicios de salud con el respaldo presupuestario correspondiente».

Durante la semana pasada quedaría listo el mecanismo para impedir que los servicios de salud y municipios puedan comprar fármacos e insumos directamente a los proveedores, así como los respaldos de dinero que deberán acompañar los recintos o municipios, y se establecería que las órdenes de compra tuviesen carácter de «irrevocables», de manera que no puedan desistir una vez que la Cenabast haya comprado.

4.800 medicamentos distintos se venden en Chile.

789 fármacos genéricos son vendidos actualmente en el país.

23 de esos fármacos tienen protocolos de estudios de bioequivalencia.

«Que compre lo que quiera, pero que pague la deuda»

Uno de los grupos a los que los hospitales -y en definitiva el Estado- le debe más dinero es a los miembros de la Cámara de la Industria Farmacéutica (CIF), que agrupa a los laboratorios internacionales presentes en Chile.

Estos laboratorios son los que venden la gran mayoría de los fármacos de innovación u originales que existen en el país, y aunque sus mayores compradores son las farmacias, el Estado los mantiene con facturas impagas que incluso superan los 270 días de vencimiento.

En total se les adeuda un monto de alrededor de $23.400 millones, y pese a que ha habido promesas de pago de parte de la autoridad, el vicepresidente ejecutivo de la CIF José Manuel Cousiño afirma que éstas «se han diluido».

Agrega sobre la intención del Gobierno de comprar medicamentos genéricos, que el Estado «puede comprar lo que quiera, pero primero debe pagar sus deudas».

Cousiño agrega sobre este punto que «la garantía de calidad de los genéricos no está garantizada, no está certificada y eso es muy grave, porque no se fabrica con estándares internacionales de calidad».

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