“La muerte súbita siempre es dramática, tiene un impacto social y humano tremendo”

La muerte súbita es el deceso que se produce en forma brusca, inesperada y de forma natural asociada  generalmente a un problema cardíaco. Si bien es un tema dramático que de tanto en tanto ocupa espacios a nivel de medios de comunicación, también es cierto que existe un importante grado de desconocimiento sobre sus causas y formas de prevención. El doctor José Pardo, Cardiólogo-Electrofisiólogo de Clínica Santa María y del Hospital Militar de Santiago, conversó con Ciencia y Salud sobre cuáles son los conceptos más importantes que hay que tener en cuenta para entender la muerte súbita.

Doctor, ¿qué se entiende en términos médicos por muerte súbita?

Es aquella muerte que se presenta en forma brusca, inesperada y en forma natural. Por ejemplo, la que ocurre como consecuencia de un accidente  automovilístico no es una muerte súbita. Habitualmente el paciente o la víctima tiene una hora antes del colapso, ha tenido síntomas previos como dolor al pecho, dificultad para respirar, sensación de fatiga o palpitaciones.

¿Cuáles son a su juicio los conceptos claves o aspectos más relevantes que la convierten en un tema al que hay que prestarle atención?

Lo primero es que la muerte súbita siempre es dramática, tiene un impacto social y humano tremendo, porque habitualmente ocurre en gente que aparentemente estaba “sana”, no teniendo porque  morir. Lo segundo, es que según la población afectada, las causas y mecanismos son distintos.

¿Existen diferencia entre la muerte súbita del joven y del hombre mayor?

Efectivamente, se ha visto que en los menores de 35 años, deportistas, la muerte súbita en la mayoría de los casos es  por una entidad que se llama miocardiopatía hipertrófica, enfermedad genética-hereditaria donde el corazón se va engrosando y frente a un ejercicio extremo, el enfermo  hace una arritmia cardiaca  muy grave y muere. Esta condición muchas veces desgraciadamente pasa desapercibida en vida y debuta con la muerte súbita. En los mayores de 35 años, lejos el infarto agudo  miocardio, es responsable del paro cardíaco y muerte brusca sin aviso.

Además de este dramatismo, qué otros elementos son los que convierten a la muerte súbita en un tema relevante

La posibilidad de prevenirla, identificando a la población en riesgo de presentarla.

¿De qué forma podemos prevenirla?

En la población joven, en escolares, sobretodo aquella que realiza actividad deportiva competitiva, es muy importante realizar una evaluación cardiovascular clínica completa, que incluya siempre un electrocardiograma de reposo.  En casos más seleccionados, sobre todo si hay pasado familiar de muerte súbita o pérdida de conocimiento inexplicada, se debe completar el estudio con una Ecocardiografía, Test de esfuerzo y Holter de ritmo cardíaco.

En las personas con factores de riesgo cardiovascular conocidos, como  tabaquismo, hipertensión arterial, colesterol alto, diabetes y obesidad, es fundamental, su control y tratamiento adecuado, buscando la presencia de enfermedad coronaria, que habitualmente se manifiesta por dolor al pecho, falta de aire y fatigabilidad con el ejercicio.

¿Existen datos fidedignos en el medio local sobre el impacto que tiene la muerte súbita?

Desgraciadamente, no tenemos, estadísticas nacionales sobre muerte súbita, siendo la experiencia médica  Norteamericana y Europea,  la que nos ha entregado la información más relevante en este tema. Sin embargo, en Chile, podemos decir que las causas  de muerte súbita, ya mencionadas, son similares, y distintas según la edad.

¿Qué otras causas además de la miocardiopatía hipertrófica pueden conllevar a una muerte súbita?

La displasia  arritmogénica del ventrículo derecho, que es otro tipo de cardiopatía genética, no infrecuente en Chile, también es causa de muerte súbita, de preferencia en gente joven. Con menos frecuencia, existen anomalías eléctricas, sin alteraciones estructurales del corazón, que son causas de muerte súbita, como el síndrome del QT largo y el Síndrome  de Brugada .

No siempre es un cardiólogo especialista quien tiene el primer encuentro con el paciente. ¿Cómo calificaría el conocimiento y la difusión que existe en el medio médico a nivel general respecto a este tema?

La difusión y el conocimiento nunca son suficientes.  Me parece que el médico familiar, el pediatra y el internista, con buena experiencia, tienen una oportunidad única para identificar a la población en riesgo, pedir los exámenes básicos como el electrocardiograma y ecocardiograma, y derivar oportunamente al paciente, al médico especialista.

¿Cuál sería entonces a modo de resumen la recomendación a médicos y pacientes para poner atención en cuanto a la muerte súbita?

En la gente joven, antes de hacer un deporte intenso es buena una evaluación médica general.  En la gente mayor, identificar bien los factores de riesgo cardiovascular y manejarlos bien para estratificar. Esto en el área de prevención primaria. En cuanto a prevención secundaria, en aquel sujeto que ha tenido la suerte de sobrevivir, la disponibilidad de implantar un cardiodesfibrilador endocavitario, que trata nuevos eventos arrítmicos graves, es una muy buena medida.  Este dispositivo, sí requiere de la participación de un especialista en su indicación, implante y seguimiento.

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