El uso de chupetes en niños es un tema controversial. Si bien durante mucho tiempo su uso fue desaconsejado, recientes estudios y trabajos han demostrado beneficios en el uso de este objeto en menores, por ejemplo en la prevención de la muerte súbita. El pediatra antofagastino, doctor Pedro Marinov, es uno de los especialistas chilenos que ha trabajado este tema de forma regular y explicó a Ciencia y Salud los resultados de sus investigaciones.
Doctor, ¿cómo parte su trabajo de investigación en relación al uso de chupete en niños?
Es un tema que he tratado en los dos últimos congresos de pediatría y tiene que ver con el uso del tete de entretención y sus efectos benéficos. A los niños es recomendable administrarles un tete desde los 15 días de vida, es decir, una vez que el recién nacido ya reconoce bien el pezón materno y es capaz de percibir la diferencia entre ambos. El tete ideal debe ser blando, parecido al pezón materno y sin pantallas plásticas, que son las que presionan los labios y los irritan,
El tema del uso de chupete es algo controversial, ¿cuáles serían los efectos benéficos que usted ha encontrado durante su trabajo?
En los últimos 20 años el tete de entretención ha estado muy desprestigiado y no se le ha dado la importancia que se merece. En dos trabajos que he presentado y en un tercero que estoy realizando, demuestro que el uso del tete de entretención, es un tremendo protector contra sobrepeso y obesidad. La etapa oral del niño parte con la succión del pezón y con el reflejo de búsqueda, en esta etapa el niño usa como tete a su madre: si tiene susto, si tiene sueño, o si está triste, busca el pecho, por lo tanto, la succión del pezón viene a suplir la necesidad del niño de calmarse y tranquilizarse.
¿Qué hay detrás de estos efectos?
Existen muchos trabajos que demuestran que la succión del pezón y posteriormente la succión del tete, gatillan endorfinas, es decir sustancias químicas del cerebro que relajan y calman al niño. Cuando chupa tete se genera el mismo efecto que con el pezón. La etapa oral termina recién entre los cuatro años y cinco años, es decir, alrededor de los 55 a 60 meses de vida. Cuando el niño chupa tete lo necesita como un mecanismo de apoyo para las situaciones de estrés que enfrenta y que son muchas, como son: caminar, gatear, hablar, estar con gente desconocida, ir al jardín, las vacunas, una enfermedad. etc. El estrés es permanente y el niño está todo el día succionando su téte, porque se enfrenta al mundo que lo trajeron, en el que no todo es fácil.
¿Cómo ha podido relacionar la obesidad con el uso del chupete?
El niño que chupa tete habitualmente toma 2 a 3 mamaderas al día, dos jugos como máximo y come a las horas que debe hacerlo. En cambio el niño que no usa tete, puede llegar a tomar hasta catorce mamaderas en el día, algo que he visto en la práctica y pueden tomar un litro o dos de jugos y comen de forma indiscriminada.
Pero existe la costumbre de tratar de quitar el chupete al niño lo antes posible…
La necesidad de succión que tienen los niños, la empiezan a reemplazar por la mamadera de leche y el jugo. En mis trabajos se demuestra que todos los niños que no chupan tete o que han chupado poco, porque los dentistas y las educadoras de párvulos se los quitan a los dos años, tienen su etapa oral inconclusa y la sustituyen con beber y comer.
Y cómo reciben sus colegas estas conclusiones, pensando en que los odontólogos no los recomiendan
En los dos congresos que he presentado estos trabajos, el primer contra-argumento de mis colegas es sobre la mordida que se deforma. Esto puede ser, pero por ejemplo estudios de asociaciones odontológicas norteamericanas, indican que al año de haber dejado el tete a más del 70 por ciento de los niños se les mejora la mordida espontáneamente en un periodo de 1 año y un 30 por ciento recurre a la ortodoncia. Otro aspecto importante es que los niños que no chupan tete, muchos de ellos recurren a la succión del dedo pulgar, hábito que deforma la mordida más que cualquier tete.
¿Cómo relaciona su investigación con las altas tasas de obesidad infantil que exhibe Chile?
Demuestro que los niños que chuparon tete hasta los dos años, la mayoría de ellos terminó con sobrepeso y los niños obesos que evalué, ninguno de ellos chupó tete. Esto es muy relevante porque la obesidad es un fenómeno mundial que parte en la niñez y que no termina nunca más. El niño que llega obeso a los seis años, un 90 por ciento de ellos va a seguir obeso de por vida. A mis colegas en los congresos les digo que es más fácil corregir una mala mordida, que corregir posteriormente la obesidad.
¿Y por qué cree usted que hay tanto desprestigio frente al chupete?
El modelo de tete que se usa actualmente y mal llamado ortodóncico, por tener “pantalla plástica y con la tetina angulada para formar el paladar”, llegó a Chile en la década del 70 y los niños que lo empezaron a usar, se les empezó a deformar la mordida, motivo por el cual los ortodoncistas con justa razón, lo empezaron a suspender a los 2 años. En cambio el tete blando que se usaba antiguamente y se asemejaba al pezón, no deformaba la mordida ni el paladar, por lo que las generaciones nacidas antes de los 70, no tuvieron que usar braquettes ni tratamientos de ortodoncia, para corregir mordidas anómalas.
¿Existen otras asociaciones que haya podido establecer sobre el uso del tete y otras conductas?
En mi experiencia como médico ayudo a mucha gente a dejar de fumar. Dentro de la interrogación que se le hace a los pacientes, ahora incluyo la pregunta si chupó o no tete y las personas que más fuman o a las que más les cuesta dejar de fumar, nunca chuparon tete, es decir, se quedaron pegados en la etapa oral.
Cómo evaluaría la comparación de beneficios y perjuicios del uso del tete
Perjuicios se argumentan muchos tales como, la mordida abierta, trastornos del lenguaje, otitis media catarral o interferencia con la lactancia materna. Sin embargo se han publicado trabajos desde el 2009 por la Academia Americana de Pediatría, confirmando que las guaguas que usan tete, tienen 7 veces menos posibilidades de hacer muerte súbita. Otro trabajo demuestra que los prematuros y recién nacidos que son sometidos a procedimientos minimamente invasivos tales como punciones, curaciones, extracción de puntos, si chupan tete lloran mucho menos que los que no usan. Este trabajo señala que el uso del chupete es un protector contra el dolor, porque desencadena endorfinas.
¿Y cómo toman los padres de sus pacientes estos consejos o recomendaciones?
Les explico a los padres que los niños que chupan tete, son menos agresivos, son menos irritables, no son mordedores, no se chupan el dedo, no se comen las uñas, concilian fácilmente el sueño y no tienen bruxismo nocturno, en cambio los niños que no usan tete, tienden a ser más agresivos, más irritables, son mordedores, suelen chuparse el dedo, se comen las uñas, les cuesta conciliar el sueño y habitualmente tienen bruxismo nocturno. Las madres que siguen mi consejo, quedan fascinadas al darse cuenta que al ponerle el tete a su niño, la mayoría de los problemas que presentaba, en tomar leche y jugos en exceso, en comer con ansiedad y los hábitos no deseados señalados, empiezan a desaparecer rápidamente.