El doctor Munir Alamo, gastroenterólogo y cirujano digestivo, jefe del servicio de cirugía del hospital Dipreca, realiza desde hace algunos años una técnica para la reducción de peso que además permite curar la diabetes.
En entrevista con Ciencia y Salud el especialista detalla en qué consiste esta técnica, cómo ha sido valorada internacionalmente y cuáles son las perspectivas que abre para el tratamiento de la obesidad y la diabetes, dos patologías altamente prevalente a nivel mundial.

Doctor, ¿cómo empieza a surgir el desarrollo de su técnica quirúrgica?
La obesidad no tiene tratamiento médico, ese es el primer concepto en el que hay que insistir. El obeso es un enfermo, no es un gordo mal enseñado. La solución más importante hasta hace poco fue el bypass gástrico donde se corta el estómago con una corchetera y se separa en dos segmentos. La idea es que entre menos volumen en el estómago y que lo que pase, se absorba menos, pero nunca me gustaron estas técnicas.
¿Qué problemas genera el bypass gástrico?
Tiene problemas. Subir el intestino en un obeso mórbido es difícil, puede ser que la sutura quede muy tensa y con altas posibilidades de que se abra. Es un problema importante de la técnica, en segundo lugar uno se salta el estómago y no hay que olvidar que es un órgano diseñado para una función y ésta no puede ser suplida por la parte que queda. La función del estómago es preparar los alimentos para que pasen al intestino, en una concentración de solutos y solventes iguales a los que tiene la sangre, a una velocidad y temperatura regulada, a un tamaño de partícula adecuado, etc.
Son complicaciones importantes
Además a los pacientes hay que colocarles vitamina B12, también implica saltarse el duodeno que es un órgano muy importante porque en él se absorbe el fierro, hay pacientes a los que incluso hay que tratar con fierro intravenoso de por vida y lo que es más serio, es que con el tiempo el intestino empieza ser más tolerante y los pacientes gordos comen más y recuperan el peso.
¿Y cómo surge su técnica?
Nosotros diseñamos una técnica el año 2004. La pregunta que nos hicimos es por qué hay obesos y por qué hay diabéticos. La respuestas es porque el tubo digestivo nuestro evolutivamente fue diseñado para periodos de hambruna, entonces debemos tener un estómago capaz de almacenar la comida. Tenemos un estómago capaz de relajarse para recibir comida sin que duela y en segundo lugar tenemos un intestino muy poderoso para digerir alimentos hipocalóricos, poco digeridos.

Ahora tenemos exceso de alimentación, azúcar, harina refinada, pan, alcohol, etcétera. Nada de eso llega al íleon y hace cien años que no trabaja, por eso está apareciendo la obesidad y la diabetes. Lo que pensamos fue hacer una evolución a la fuerza del tubo digestivo y lo que hicimos fue achicar el estómago, cortándolo a lo largo y por lo tanto ya no va a tener capacidad de almacenar. En segundo lugar, acortamos el intestino, cortándolo y a los tres metros lo volvemos a unir.
¿Cómo fue la recepción del medio frente a este nuevo modo de hacer la cirugía?
Cuando presentamos esto en el 2005, tras un año de seguimiento, hubo la natural reticencia del ambiente científico al cortar el estómago a lo largo y excluír 3 metros de intestino delgado. Esta cirugía estaba pensada inicialmente para la obesidad en pacientes con un índice de masa corporal de 40 y de 35 en casos con comorbilidad. La técnica no es traumática, es muy fisiológico y por ende, muy natural.
¿Qué reacción tuvo el medio?
Nos dijeron que no era aconsejable aplicarla. Cuando nosotros llevábamos dos pacientes operados, fuimos a un congreso en San Diego, Estados Unidos y un médico allá presentó la manga gástrica como una primera etapa para preparar a los pacientes súper obesos para luego hacerles un bypass gástrico. Esto nos hizo pensar que estábamos bien encaminados y que la idea era buena.
¿Y esto generó algún cambio en la recepción de sus pares?
Acá en Chile surgió una gran controversia sin embargo ya hay algunos centros que la están aplicando a lo largo de Chile como así también en el extranjero. Decidimos publicar la experiencia afuera y nos han invitado a presentar en Washington en el Congreso Americano y en el Congreso Mundial se han presentado tres trabajos de obesidad con esta técnica que actualmente se está usando en Inglaterra, en Brasil, en Canadá, se usa en Turquía e incluso en Venezuela.
¿Qué ventajas ofrece esta técnica frente a otras?
Lo concreto es que con esta técnica, al igual que ocurría con el bypass gástrico, los pacientes antes de bajar de peso dejaban de ser diabéticos y se encontró el fundamento hormonal de esto que es que cuando llega comida al íleon, éste libera una hormona que se llama GLP1 y produce saciedad, enlentece el vaciamiento gástrico y por eso es que con nuestra técnica se baja más que con la manga sola y en tercer lugar, le ayuda al páncreas en el control de la diabetes.
¿Cómo actúa este mecanismo de control de la diabetes?
Impide que mueran células pancreáticas. Por primera vez en la historia de la medicina, se puede frenar la diabetes. Hasta ahora la diabetes se controlaba, ibas agregando medicamentos a medida que las células pancreáticas iban muriendo hasta que llegabas a la insulina siguiendo el curso natural de la enfermedad. Acá se corta este círculo vicioso de la diabetes y eso es lo trascendente que tiene..
¿Cómo llega esta cirugía a ser una indicación para pacientes diabéticos?
Qué hicimos, dijimos operemos obesos bajo IMC 35 y eso fue lo que presentamos en el Congreso Mundial de Obesidad y Enfermedades Metabólicas en Hamburgo, Alemania. La clave está en la acción de la hormona GLP1 que produce la recuperación de la sensibilidad de la insulina, estimula su síntesis, impide la muerte de las células beta, aumenta la masa de células beta, inhibe el glucagón e inhibe el vaciamiento gástrico, induciendo saciedad. Esto es lo que se llama el freno ileal.
¿Cuál fue la experiencia que presentaron?
Presentamos la experiencia de 45 pacientes de los cuales 8 tenían ya insulinoterapia. Se registró cero mortalidad, en los pacientes no insulinorequirientes la resolución de la diabetes fue completa, en el cien por ciento de ellos. En los pacientes diabéticos, la mitad quedó con hipoglicemiantes orales y la otra mitad quedó sin diabetes. Otros resultados favorables fueron que los pacientes quedaron sin anemia, sin problemas de calcio, sin problemas de función hepática.
¿Cuál diría en resumen que es el gran aporte de esta técnica?
Esta técnica es una readecuación del tubo digestivo para adaptarlo a las necesidades de alimentación del siglo XXI. Es una evolución a la fuerza, para la realidad actual, produce resolución de la diabetes como resultado de incretinas por la llegada de alimentos no procesados al íleon. Los dos hitos en el tratamiento de la diabetes han sido la insulina, que logró impedir la muerte y la cirugía que logra curarla.
¿Actualmente cuál es la indicación que usted hace para esta cirugía?
La indicación es tanto por diabetes como por obesidad. Te lo grafico con el siguiente ejemplo, si estoy cocinando y empieza a quemarse la cocina, cuándo llamo a los bomberos: ¿cuándo parte el incendio o cuando se está quemando toda la casa? Yo soy de la idea de llamarlos cuando parte y acá ocurre lo mismo, es una técnica muy fisiológica.