India volverá a rechazar patentes de medicamentos si la situación lo requiere

El ministro indio de Comercio e Industria, Anand Sharma, manifestó que su país volverá a rechazar patentes de medicamentos si la situación lo requiere para garantizar la salud pública y los intereses de los ciudadanos de su país.

«Si la salud pública está amenazada, cualquier país revocaría las patentes obligatorias. Es algo a lo que se tiene derecho bajo el (Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio sobre Propiedad Intelectual) TRIPs», dijo Sharma en una conferencia de prensa en la sede de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

El ministro defendió la reciente decisión del Tribunal Supremo de su país de rechazar la patente a un medicamento contra el cáncer a la farmacéutica suiza Novartis, una decisión criticada por la empresa, que alega que esta medida frenará sus futuros programas de innovación en la India y perjudicará a los enfermos.

El tribunal falló que el mesilato de imatinib de la multinacional -comercializado como Gleevec en Estados Unidos y Glivec en el resto del mundo- es una modificación de un producto anterior y no una innovación, lo que acredita el merecimiento de patentes indias.

El Supremo también estableció que el medicamento no mejora sustancialmente la eficacia con respecto a la versión anterior, en contra de lo que sostiene Novartis, que defiende que su fármaco contra la leucemia mejora en un 30 % la absorción por el cuerpo

El anticancerígeno de Novartis cuesta unos 2.600 dólares por paciente al mes, mientras que las copias indias cuestan 200 dólares.

Sharma expresó su sorpresa por el revuelo que ha causado el fallo del Supremo y recordó que «revocar las patentes obligatorias es algo que han hecho soberanamente otros países», como China cuando se declaró la gripe aviar o EEUU cuando los ataques con ántrax de 2001.

«Me sorprende que esta cuestión se agite cuando se trata de un país como la India, sobre todo cuando se ven las grandes disparidades de ingresos», declaró.

«Este país (Suiza) tiene una renta anual per cápita de 83.000 dólares, Estados Unidos de 48.000 y la India de 1.439. ¿Pueden costearse mis ciudadanos algo que el sistema público de salud estadounidense considera no asequible?», preguntó el ministro.

Preguntado por la posibilidad de que la disputa termine en la Organización Mundial del Comercio, por iniciativa de Suiza u otros países, Sharma reiteró que «no hay justificación para cuestionar algo que es integral del TRIPs y que cuenta con el respaldo de varios tribunales».

«Sería muy desafortunado que alguna vez plantee un enfoque por esos derroteros», agregó.

El ministro aseguró que el fallo judicial no será disuasorio para la inversión futura de las farmacéuticas u otras empresas en su país, y recordó que Novartis ha obtenido patentes para 147 productos, y que sólo una de ellas ha sido rechazada.

Novartis afirma que facilita Glivec de forma gratuita al 95 % de los pacientes indios que lo necesitan.

Por la comercialización de este medicamento obtuvo en 2011 unos 4.000 millones de dólares en todo el mundo. Diversas ONGs subrayaron que está en juego no solo la patente de Glivec, sino el futuro de la «farmacia de los pobres», apelativo con el que se conoce al país asiático.

La India dejó de conceder patentes a medicamentos en 1970, lo que ayudó al florecimiento de la industria de medicinas baratas, y hoy en día es el segundo país productor de genéricos, por detrás de China, y primer exportador mundial.

Cuando ingresó en la OMC en 2005 volvió a establecer la normativa de la propiedad intelectual y a conceder patentes, pero incluyó en la ley la denominada «cláusula 3d», que especifica que sólo se concederán patentes a las innovaciones médicas, a las nuevas moléculas y a nuevas formas de sustancias ya conocidas solo en caso de que mejoren sustancialmente su eficacia.

Fuente: Agencia EFE

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