Una investigación liderada por Karla Bascuñán, académica del Departamento de Nutrición Uchile, descubrió que, si bien aún no se encuentra un tratamiento para los pacientes con enfermedad celíaca, la suplementación con ácidos grasos poliinsaturados n-3 ayudaría a la desinflamación intestinal y afectar positivamente a la microbiota.