A nivel global, según datos de 2020 de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 46% de la población padece enfermedad periodontal, que involucra a la gingivitis y a la periodontitis, ambas producidas por el biofilm dental también conocido como placa bacteriana.
La gingivitis afecta a la encía y se caracteriza por ser reversible si es tratada a tiempo, mientras que la periodontitis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a los tejidos que rodean al diente, provocando pérdida de inserción, que en casos severos se traduce en pérdida dentaria.
La doctora Johanna Contreras Balbontín, académica de la Universidad de Chile y Directora de la Sociedad de Periodoncia de Chile, explica que en nuestro país la prevalencia de gingivitis en Chile es del 41% en jóvenes y niños.
En cuanto a la periodontitis, se estima que afecta a más de la mitad de la población adulta mundial siendo reconocida como un problema de salud pública y estudios de prevalencia en Chile estiman que el 93.5% de los adultos jóvenes entre 35-44 años y el 97.58% de los adultos entre 65 a 74 años, presentan pérdida de inserción.
“La periodontitis no solo afecta a los tejidos de soporte que rodean al diente, sino que también está estrechamente ligadas a enfermedades sistémicas tan importantes como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, ya que comparte por un lado factores de riesgo comunes como exceso en el consumo de alcohol, hábito tabáquico, dieta rica en grasas y sal, obesidad, estrés y depresión, además de factores genéticos y determinantes socioeconómicos. Por otro lado, se caracteriza por presentar un estado inflamatorio crónico y estas características han llevado a considerar actualmente a la periodontitis como una más de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT)”, destaca la especialista.
En este contexto, plantea, “si pensamos que tanto la diabetes como la periodontitis son enfermedades altamente prevalentes en la población chilena, es muy probable que los pacientes con diabetes tengan periodontitis”.
De acuerdo a la doctora, estudios demuestran que la periodontitis severa afecta adversamente el control de la glicemia e incluso pacientes con diabetes mal compensada presentan mayor prevalencia de periodontitis con expresiones clínicas de mayor severidad y extensión.
“La presencia de periodontitis en un paciente con ECNT como cáncer, diabetes o enfermedades cardiovasculares puede por lo tanto contribuir a su desarrollo o empeoramiento, por ende, el tratamiento periodontal, de bajo costo, en comparación al tratamiento de esas otras enfermedades, pasa a ser un actor clave en el control de estas patologías ya que reduce el componente inflamatorio presente en ellas pudiendo mejorar el grado de compensación o control”.
Otro grupo prioritario para la condición periodontal son las embarazadas, pues a pesar de que la evidencia aún no es concluyente, la especialista destaca que existen estudios que relacionan la presencia de periodontitis y un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer, teniendo nuevamente como vínculo la condición inflamatoria sistémica.
“Las implicancias desde el punto de vista de salud pública de estas condiciones es relevante por todas las complicaciones en el recién nacido que de ellas derivan, sin considerar las complicaciones que puede sufrir la madre, como mayor riesgo de preeclamsia, diabetes gestacional e hipertensión. Es por esto que en las Garantías Explícitas en Salud (GES) de las embarazadas está considerada la terapia periodontal como prestación”, apunta.
Por otro lado, el desdentamiento en la población adulta produce una serie de dificultades en distintos ámbitos de la vida: funcionales, como dificultad en la dicción, dificultad masticatoria (menos eficiencia), problemas articulares y gástricos, dificultad en las relaciones sociales, laborales, autoestima, entre otros.
“Impedir la pérdida de los dientes es el objetivo de la terapia periodontal, con ella mejoramos funcionalidad, reducimos costos para el estado en relación a las complicaciones derivadas de las enfermedades sistémicas, problemas psicológicos derivados de falta de autoestima o depresión por la pérdida de dientes, pero por sobre todo se produce una mejora en la calidad de vida de las personas”, enfatiza.
Desafíos en el contexto de la pandemia
Según destaca la doctora Contreras, existen múltiples desafíos para enfrentar este importante problema de salud pública.
“Hay que cambiar el paradigma actual curativo por uno preventivo. En la medida que entendamos que, por ejemplo, el sangrado de la encía no es normal y que es un indicador de enfermedad, que la enfermedad periodontal es una patología que es fácilmente prevenible con medidas de higiene tan simple como cepillado al menos dos veces al día y el uso de seda o cepillos interproximales y que además, un estilo de vida saludable también contribuye a una buena salud oral, estaremos haciendo un cambio cualitativo que no solo va a contribuir a la salud oral sino que también a la salud sistémica”, reflexiona.
En relación a esto, la especialista enfatiza que desde la Sociedad de Periodoncia de Chile de la cual es miembro del directorio, junto con otros actores de la comunidad como universidades, servicios de salud público e institucionales y municipalidades, entre otros, hace más de dos años dedican una semana del mes de mayo para la salud de las encías, cuyo objetivo principal es hacer actividades de prevención orientadas a la comunidad, tocando distintos temas de interés como las enfermedades cardiovasculares, el tabaco, la diabetes y el autoexamen.
Y si la situación pre pandemia era complicada, el esfuerzo será el doble mientras se supera la emergencia sanitaria.
“Antes de la actual situación sanitaria, el tratamiento periodontal solo estaba garantizado en el GES de las embarazadas. Para dar atención al resto de la población, la red de salud cuenta con especialista a nivel secundario y unos pocos en atención primaria de salud, sin embargo, dada la prevalencia de la enfermedad estas horas parecen ser insuficientes, lo que se refleja en las listas de espera para tratamiento de la especialidad no resueltas. La imposibilidad de brindar un tratamiento de especialidad adecuado y oportuno es un problema, cuya solución es compleja ya que involucra a distintos actores”, afirma la doctora Contreras.
A su juicio, además de la dificultad de acceso, a este nuevo escenario pospandemia se suma el factor de la bioseguridad al momento de dar las atenciones, tema especialmente relevante en manejo del contagio del SARS CoV -2.
“Para una atención segura será necesario invertir más recursos en elementos de protección personal para profesionales, personal de colaboración y pacientes. Los espacios físicos de algunos centros de salud deberán ser reestructurados y el número de pacientes atendidos por jornada tendrán que disminuir, para dar tiempo a realizar las medidas de higienización de espacios necesarias para la atención, entre otros”, señala.
Relación con otras patologías
La relación que tiene la enfermedad periodontal con otro tipo de patologías es otro de los aspectos con los que tiene que lidiar la especialidad.
“Al menos 57 enfermedades sistémicas están relacionadas con periodontitis, aparte de las antes mencionadas, entre ellas artritis reumatoide y Alzheimer. Todas ellas tienen en común el estado inflamatorio crónico”, destaca la doctora Contreras.
En este punto, ejemplifica: “la periodontitis produce mediadores inflamatorios que viajan por el torrente sanguíneo, pero también algunos priodontopatógenos (bacterias relacionadas con la enfermedad) como Porphyromonas gingivalis pueden viajar por el torrente sanguíneo e ir a invadir las células endoteliales aorticas y cardiacas, identificándose en placas de ateroma o infectar a macrófagos que se transforman más rápido en células espumosas que son el inicio de la formación de las placas de ateroma”.
En general, detalla, “estos periodontopatógenos liberan LPS (lipopolisacáridos) que participan en la activación del sistema inmune, leucocitos, los que a su vez liberan sustancias llamadas citoquinas que viajan a través del sistema circulatorio afectando a otros órganos. Los leucocitos activados también viajan por el sistema circulatorio produciendo citoquinas en otros lugares, favoreciendo la mantención del estado inflamatorio”.
Tanto la diabetes como las enfermedades cardiovasculares tienen mecanismos biológicos que explican la enfermedad.
“Por ejemplo, la inflamación subclínica presente en la periodontitis produce un incremento en las citoquinas, esto ocasiona un aumento en la resistencia a la insulina, ya que interfiere con la glucosa y el metabolismo de lípidos y antagoniza la acción de la insulina. Este incremento en la resistencia a la insulina podría causar un incremento en el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2”, enfatiza la doctora Contreras.
Visibilización y políticas públicas
Actualmente existen algunos trabajos que describen la utilidad, por ejemplo, de algunos componentes o medicamentos para la artrosis que pudiesen apoyar las medidas tradicionales de manejo.
“Dentro del tratamiento periodontal principalmente no quirúrgico, existe la posibilidad de adicionar algunos coadyuvantes y ellos nos ayudan a mejorar los resultados clínicos del tratamiento, sin embargo, como cualquier medicamento deben ser indicados por los profesionales competentes. A grandes rasgos la indicación va a depender del diagnóstico de la enfermedad, severidad y extensión de la misma además de condiciones sistémicas que afecten al paciente”, explica la especialista.
Para la doctora Johana Contreras, los esfuerzos a futuro deberán orientarse a conjugar a las políticas públicas, la academia y la práctica profesional poniendo énfasis en la visibilización de la importancia de las enfermedades periodontales para la salud en general.
“Siento que aún se piensa que la odontología está circunscrita a la cavidad oral y eso no es así. Creo que es importante que seamos parte del equipo de toma de decisiones en, por ejemplo, programas de salud cardiovascular. Hay un manejo en pacientes con cáncer y enfermedad periodontal, porque en ellos el manejo de la infección es primordial y eso no siempre pasa por la extracción de los dientes afectados. Es muy probable que por la prevalencia de la enfermedad ese paciente tenga periodontitis y es una enfermedad que puede y debe ser tratada”, sostiene.
Desde la academia, la especialista destaca que cada día surge mayor evidencia sobre la importancia de la periodontitis y del tratamiento periodontal para la población en general.
“La periodoncia es una de las especialidades de la odontología más antigua y es la que más producción científica de calidad tiene. A los estudiantes de odontología se les enseña a proponer planes de tratamiento basados en la mejor evidencia disponible. La prevención y la mantención de los tejidos periodontales sanos, es un tema obligado y que se aborda en las facultades de odontología”, afirma.
Finalmente, en cuanto a la práctica profesional, la doctora Contreras enfatiza en los cambios que la pandemia ha generado respecto a la atención.
“Sin duda la manera de atender a nuestros pacientes ya no será la misma a la que estábamos acostumbrados, creo que ahora tendrá mucho más sentido la prevención”, concluye.