Nuevo estudio revela la percepción de riesgo que tienen los chilenos frente a la pandemia

El 88% de las personas percibe el Covid-19 como una enfermedad de alto riesgo, mientras que el 12% no reconoce peligro en ella. Así lo evidenció el estudio Movid-Impact, desarrollado por el Centro de Encuestas UC en coordinación con la Universidad de Chile y el Colegio Médico, junto con un equipo académico interdisciplinario compuesto por las universidades Central, Diego Portales, de la Frontera y San Sebastián.

Las personas que no perciben riesgo tienden a tener las conductas más riesgosas, pasando por alto gran parte de las medidas sanitarias emanadas desde la autoridad nacional e internacional. Solo un 31% asegura respetar el distanciamiento físico y un 43% evita encuentros con más de 10 personas.

Respecto al uso de mascarilla, un 62% la utiliza en espacios cerrados y un 80% en espacios fuera del hogar, a diferencia de quienes sí perciben como peligroso el Covid-19, utilizando la mascarilla en un 79% y un 96% respectivamente.

La iniciativa, aplicada entre el 4 y el 12 de diciembre de 2020, contó con la participación de 1.120 personas y tuvo por objetivo evaluar cómo los chilenos se están cuidando en la pandemia, qué medidas sanitarias se están adoptando y cómo generar condiciones que permitan un mayor respeto a las normas sanitarias.

El Dr. Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Secretario Técnico del Dpto. de Políticas de Salud y Estudios y Coordinador del estudio, aseguró que “el cumplimiento de las medidas de cuidado en la población chilena en contexto de pandemia es alto, no obstante existen importantes inequidades en la posibilidad de cumplir con ellas determinadas por aspectos estructurales, como el nivel socioeconómico o las barreras sicosociales, ya que para muchos trabajadores es imposible cumplir las medidas o para las personas que están con síntomas de ansiedad o depresión”.

Mónica Gerber, profesora asociada de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales, investigadora del Centro de Estudios del Conflicto y Cohesión Social (COES) y también encargada de la investigación, explicó que “buscamos resolver cuáles son los factores que explican un menor cumplimiento de las normas sanitarias para plantear estrategias. En ese sentido, la percepción minoritaria de bajo riesgo puede tener efectos muy negativos en las prácticas de cuidado y en general en la población, ya que sus conductas son mucho menos respetuosas de las indicaciones para el control del Covid19”. Ante esto, la académica recalcó que “es crucial comunicar adecuadamente los riesgos y evitar dar señales de mejora en momentos de gravedad de la crisis”.

Condiciones laborales y salud mental en pandemia

A pesar del llamado de las autoridades por mantener a las personas en su hogar para evitar aglomeraciones y exposición al virus, existe un grupo de personas que trabajan y que están obligadas a movilizarse, aún cuando las condiciones no lo permitan.

Por ejemplo, el estudio evidenció que entre quienes se mantienen activamente trabajando, solo un 57% logra mantener el distanciamiento físico. La Dra. Gerber argumenta que “resulta fundamental generar condiciones laborales que permitan mantener la distancia entre las personas, por ejemplo, a través de horarios de trabajo diferidos. También es relevante asegurar condiciones de traslado que permitan mantener las distancias necesarias”.

Otro dato relevante que arrojó el estudio es que dentro de las personas que padecen de depresión, solo el 31% mantiene la distancia física. Esto, según declara la investigadora se debe a que “las personas que viven en entornos donde las normas de cuidado no son respetadas tienden a cuidarse mucho menos ellos mismos”.

Respeto a las medidas de autocuidado, solo el 12% cree que puede protegerse completamente si toma las medidas de protección recomendadas, mientras que el 88% no lo considera así, repercutiendo en que dentro de este ultimo grupo solo el 62% mantiene la distancia física y el 64% evita reuniones de más de 10 personas.

Con relación a estos antecedentes, el Dr. Cuadra indica que se deben focalizar los mensajes de comunicación adecuados para que las personas adopten las medidas sanitarias y de autocuidado. Además de la importancia de promover el teletrabajo en todas aquellas labores que lo permitan y “pensar en horarios laborales diferidos para sectores económicos con mayor concentración y modificar los espacios físicos para el resguardo de aforo en lugares de trabajo”.

Por otro lado, el énfasis en considerar y tomar acciones sobre salud mental en la población. “También hay que fortalecer materias de salud mental para las personas más fatigadas o con síntomas de depresión con el aumento de presupuesto destinado a salud en la Atención Primaria, potenciar las acciones prevención y tratamiento a través de internet o de plataformas digitales”, puntualiza.

Finalmente, los investigadores detrás del estudio hacen un llamado a mejorar la comunicación de riesgo, reforzando los riesgos los riesgos del coronavirus para distintas poblaciones y evitar dar señales de mejora en momentos de gravedad de la crisis. Instan a evitar “destacar constantemente casos de incumplimiento” y que las autoridades den el ejemplo.

Revisa la presentación online del estudio acá

Lee el Estudio MOVID-IMPACT enero 2021

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