Se estima que para el 2050 una de cada cuatro personas tendrá problemas de audición. El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentado a principios de marzo, indica que las principales causas en el presente son enfermedades, infecciones y la exposición prolongada a ruidos fuertes.
Un punto de preocupación que destaca en el estudio es que el 80% de las personas con pérdida auditiva viven en países con bajos ingresos y cuentan con menos profesionales disponibles para tratarlos.
Según los datos estadísticos, aproximadamente el 78% de los países de ingresos bajos cuentan con menos de un otorrinolaringólogo por cada millón de habitantes; el 93% tiene menos de un audiólogo por cada millón de personas; solo el 17% tiene uno o más logopedas por cada millón, y solo el 50% dispone de, al menos, un maestro para sordos por cada millón de habitantes. Estos datos inciden fuertemente en que el grueso de la población no pueda acceder de forma oportuna a diagnóstico y tratamiento.
El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, comentó la preocupación que causa este estudio, poniendo en énfasis el valor que las personas le otorgan a este sentido. “Nuestra capacidad de audición es un bien muy preciado y, si no se tratan, las pérdidas auditivas pueden acarrear consecuencias devastadoras en la capacidad de las personas para comunicarse, estudiar y ganarse la vida. Además, también pueden afectar a su salud mental y a la posibilidad de que mantengan relaciones”, indicó.
Causas de la pérdida de la audición
Se estima que el 60% de los casos de pérdida de audición se presentan en la niñez. Los bebés pueden nacer con este problema o bien puede desarrollarse durante la infancia. En el caso de los adultos, suele estar asociada al envejecimiento. Incluso un estudio evidenció que la pérdida de este sentido es un factor de riesgo para el desarrollo de deterioro cognitivo y posteriormente demencia.
En el caso de adolescentes y adultos jóvenes la pérdida auditiva está asociada a la exposición frecuentes de ruidos intensos. Un estudio de la compañía tecnológica Apple y la University of Michigan School of Public Health, indicó que el 10% de los participantes se expone a sonidos de un volumen superior al límite recomendado por la OMS con la utilización de auriculares, además que el 25% afirma experimentan una exposición media diaria al sonido ambiental (que puede incluir el tráfico, la maquinaria, el transporte público, etc.) superior al límite recomendado por la OMS.
Detección temprana y acceso a profesionales
Para la OMS, la detección es el primer paso para tratar la pérdida auditiva y las enfermedades del oído relacionadas con ella. “El cribado clínico en momentos convenientes de la vida permite que estas afecciones se detecten en la etapa más temprana posible”, se indica en el informe.
La organización hace un llamado a los países en invertir recursos para adoptar iniciativas de salud pública que van desde la reducción del ruido en espacio públicos hasta el aumento en las vacunas para enfermedades como la meningitis, que puede causar una pérdida auditiva.
Según la OMS, el paquete de medidas que proponen solo costaría 1,33 dólares por persona al año. “No actuar será costoso en términos de la salud y el bienestar de los afectados, y las pérdidas financieras derivadas de su exclusión de la comunicación, la educación y el empleo”, se detalló en el informe.
Gran parte de los problemas auditivos pueden tratarse con fármacos o procesos quirúrgicos, recuperando, en muchos casos, la audición. Además, cuando la pérdida es irreversible, la rehabilitación permite que las personas afectadas no sufran consecuencias adversas. “Las tecnologías auditivas, como los audífonos y los implantes cocleares, si se acompañan de servicios de apoyo y de una terapia de rehabilitación adecuados, son eficaces y rentables y pueden ser ventajosas tanto para los niños como para los adultos”, comunicaron desde la OMS.