Académicos de la Universidad de Chile e investigadores del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (ACCDIS), publicaron un reciente estudio sobre el proceso de la hipertrofia cardíaca, donde descubrieron que un péptido propio del ser humano, llamado Angiotensina 1-9, tiene efectos protectores previniendo esta patología.
El artículo publicado en la revista Cell Death and Differentiation, perteneciente a Nature, destacó que al aumentar la concentración de Angiotensina 1-9 en el ambiente de los cardiomiocitos, este los protege de la hipertrofia, previniendo su aumento de tamaño.
“Comprobamos que la Angiotensina 1-9, cumple efectos cardioprotectores previniendo la fragmentación de las mitocondrias, que es cuando éstas se hacen más pequeñas”, comentó la Dr. Valentina Parra, académica de la Universidad de Chile.
Dentro del estudio, se evidenció que este péptido protege y previene el remodelado metabólico del corazón que ocurre en la insuficiencia cardiaca, afección que en la actualidad cuenta con pocos fármacos para su tratamiento.
“El remodelado metabólico, sucede cuando el corazón está enfermo debido a la presencia de patologías crónicas como la hipertensión, la diabetes u otras enfermedades y se alimenta en mayor porcentaje de carbohidratos -normalmente lo hace de lípidos-, haciendo menos eficiente el uso de energía y disminuyendo su capacidad para contraerse” explicó la Dra. Parra.
Respecto a este hallazgo, los investigadores esperan sintetizar la Angiotensina 1-9 para convertirla en un probable producto farmacéutico que prevenga la hipertrofia cardíaca. Según la última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), en Chile el 26,9% de la población sufre de hipertensión arterial, enfermedad que puede provocar la hipertrofia cardíaca y otros problemas cardiacos.
La Dra. Parra explica que “nuestro cuerpo produce este péptido, pero en muy baja concentración, por ello es necesario realizar más estudios para aumentar su estabilidad y hacerlo más resistente, por ejemplo, al paso por nuestro sistema digestivo”.
De momento, los investigadores se encuentra en la fase experimental, trabajando con diversas áreas especializadas en nanotecnología y farmacología, quienes están probando otras formas de Angiotensina 1-9 para hacerla más estable y generar el probable fármaco. Una vez desarrollado el fármaco, se iniciará la prueba en modelos animales.