Estudian 34 genes que pueden indicar susceptibilidad del cáncer de mama

Investigadores chilenos participaron en el análisis de 34 genes susceptibles de cáncer de mama en un panel de genes gracias a la realización de un meta estudio que evaluó los datos de 44 estudios del Consorcio de la Asociación de Cáncer de Mama (BCAC).

El estudio publicado en la revista científica The New England Journal Of Medicine, involucró a más de 60.000 pacientes y 53.000 controles, permitiendo cálculos de riesgo estimados precisos en comparación a datos obtenidos en investigaciones anteriores.

Los resultados arrojaron que existe un “fuerte riesgo de cáncer de mama para variantes de truncamiento de proteínas de 9 genes con una p=0,0001 para 5 genes (ATM, BRCA1, BRCA2, CHEK2 y PALB2) y una P < 0,05 para 4 genes (BARD1, RAD51C, RAD51D y TP53)”, constataron los autores en el estudio.

Además, detectaron que 19 genes con un OR <2.0 (95% CI) con el umbral de 2.0 no contienen la suficiente información como para predecir el riesgo que una persona tiene de padecer cáncer de mama. En cambio, aseguran los autores, “sí se confirman una vez más que los genes BRCA1, BRCA2 y TP53 están asociadas con riesgos clínicamente significativos y las variantes CHEK2 y ATM confieren un riesgo moderado”.

Respecto a los estudios basados en población frente a asociación familiar, el estudio indica que estos deben ser considerados, puesto que no sesgan la incidencia y no sobreestiman el riesgo. Además, resaltan los autores, “los análisis realizados en clínicas genéticas pueden tener sesgos, ya que portadores previamente identificados podrían ser excluidos de ser nuevamente testeados, por lo que son más confiable los estudios poblacionales”.

A modo general, las variantes de truncamiento de proteínas en BRCA1, BRCA2 y PALB2 entran en la categoría de “alto riesgo”, mientras que las variantes de truncamiento de proteínas en ATM, BARD1, CHEK2, RAD51C y RAD51D son definidas como “riesgo moderado. A pesar de ello, los autores enfatizan que se deben sumar otros factores de riesgo y estilo de vida que pueden modificar estas estimaciones.

Respecto a los resultados, los autores advierten que se deben tomar con cautela, puesto que la evidencia de asociación para varios genes como FANCM, MSH6 y NF1 aún no está claro. “Incluso genes con claras asociaciones de riesgo a cáncer de mama, los intervalos de confianza en este estudio son amplios. Para mejorar la precisión de las estimaciones de riesgo, la información del pedigrí familiar y los análisis combinados de otros estudios puede aportar”, apuntan en el artículo.

Los autores hacen un llamado a considerarlos genes como “una parte de la evaluación de riesgo” y considerar otros factores para evaluar el factor de riesgo a desarrollar cáncer de mama. “Esta información en conjunto con la evaluación de riesgo realizado en la asesoría genética, puede ayudarnos a navegar los casos clínicos y definir manejo médico de pacientes y familias de alto riesgos que enfrentamos a diario en el mundo de paneles de secuenciación masiva”, concluyen los autores.

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