Uno de los grandes desafíos para la comunidad científica es poder detectar el Alzheimer de forma temprana, puesto que la neurodegeneración asociada con esta enfermedad puede tardar entre 10 a 20 años antes de que los signos clínicos de deterioro cognitivo se vuelvan evidentes.
Basándose en la hipótesis de que la enfermedad periodontal podría ser un contribuyente causal temprano a la neurodegeneración del Alzheimer, investigadores publicaron recientemente en la revista Alzheimer’s & Dementia: Diagnosis, Assessment & Disease Monitoring un estudio que evidencia una relación entre el desequilibrio bacterianos en la microbiota oral y un biomarcador clave de la enfermedad del Alzheimer.
La investigación se centró en la relación entre los niveles de beta amiloide en el líquido cefalorraquídeo (LCR) y los volúmenes de diferentes especies bacterianas en adultos mayores cognitivamente sanos.
Cabe destacar que la acumulación tóxica de la proteína beta amiloide en el cerebro es uno de los signos patológicos clave en la neurodegeneración de Alzheimer.
Para estudiar esta relación, los científicos analizaron a 48 personas cognitivamente sanas mayores de 65 años, donde compararon los niveles de amiloide LCR con muestras bacterianas tomadas debajo de las encías.
Los resultados arrojaron que las personas con niveles más altos de depósito de amiloide en el cerebro tenían más probabilidades de sufrir un desequilibrio en las poblaciones bacterianas de las encías. En concordancia, los mayores volúmenes de bacterias orales dañinas (como la Prevotella, Porphyromonas y Fretibacterium) se correlacionan con niveles más bajos de amiloide en el LCR.
“Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que muestra una asociación entre la comunidad bacteriana desequilibrada que se encuentra debajo de la línea de las encías y un biomarcador de LCR de la enfermedad de Alzheimer en adultos mayores cognitivamente normales”, señaló Angela Kamer, autora principal del estudio.
Para continuar con la línea de investigación, el equipo se encuentra planificado un ensayo clínico para investigar si la eliminación de la placa bacteriana y el sarro alrededor de las encías pueden reducir directamente, o incluso prevenir, la acumulación de amiloide cerebral y, así, el Alzheimer.