Las determinantes sociales sí inciden en la enfermedad de Covid-19 .El estudio, publicado en la revista Science, reveló que las tasas de letalidad e incidencia por Covid-19 estaban correlacionadas con los estratos demográficos y socioeconómicos de Santiago, capital que se caracteriza por su alto grado de segregación.
“Nuestros análisis muestran una fuerte asociación entre el nivel socioeconómico y los resultados de COVID-19 y la capacidad de salud pública. Las personas que vivían en comunas con un nivel socioeconómico bajo no redujeron su movilidad durante los encierros tanto como las que vivían en municipios más prósperos”, sostienen los autores.
Con base en datos estadísticos, los investigadores descubrieron que las tasas de letalidad producto de la infección en la población joven se acentúa en aquellas comunas de menores ingresos. “Vimos que, para las edades más avanzadas, este patrón era estable en todas las comunas, pero en las más jóvenes era más pronunciado. Eso nos sugería que había un tema de que la letalidad dependía del poder socioeconómico”, explica Gonzalo Mena, autor principal del estudio y doctor en estadística de la Universidad de Oxford.
¿Cómo rescataron los datos para llegar a esta conclusión?
Tomamos distintas fuentes de datos públicos, como, por ejemplo, los de mortalidad que son súper desagregados. También sacamos datos de vigilancia para ver cuántos casos había por comuna y datos demográficos. A partir de eso, tratamos de elaborar una historia apoyándonos en métodos estadísticos nuevos y algoritmos, pero los datos no estaban completos. Por ejemplo, los test en marzo de 2020 se acotaron al sector oriente, sin embargo, al explorar las muertes, pudimos inferir cuántos casos había. De ahí dedujimos que en marzo había muchos más casos en todo Santiago producto de las movilizaciones que se estaban originando. Esto apuntó a una falsa impresión de que estaba controlado, pero solo en el sector oriente, en el resto de Santiago no se estaba testeando lo suficiente.
¿Cómo traducen los resultados del estudio?
Estos resultados destacan las consecuencias críticas de las desigualdades socioeconómicas en Chile. Vemos que los patrones de mortalidad han sido muy inusuales. Hicimos un cálculo de cuánta gente debería haber muerto el año pasado según cada comuna y por cada grupo etario. Tras este cálculo y comparándolo con las observaciones, nos dimos cuenta que en las comunas más pobres la mortalidad respecto a lo que se esperaba fue mucho mayor. A partir de ahí, hicimos otro análisis de letalidad y encontramos una dependencia fuerte de letalidad en el nivel socioeconómico para los grupos de edad más jóvenes.
También analizamos el colapso en el sistema de salud y vimos que en las comunas más pobres estuvieron más colapsados. Por tanto, había menos acceso a salud. Creo que eso media en los resultados que observamos, que puede ser otra explicación de por qué la letalidad es mayor en las comunas más pobres, haciendo referencia a que el sistema de salud no dio abasto.
¿Qué puede influir en que la tasa de letalidad sea mayor en la población joven de comunas socioeconómica baja?
Mi impresión es que es una cosa estadística. Cuando la gente tiene suficiente edad avanzada las diferencias socioeconómicas no importan tanto porque para ser lo suficientemente viejo hay que haber vivido suficiente y eso habla de un mejor estado de salud. Por eso estas diferencias de letalidad se observan en la gente más joven, que suele sufrir de obesidad, hipertensión y otras enfermedades crónicas.
Es sabido también que en Santiago la esperanza de vida depende del nivel socioeconómico. Entonces, en el fondo, es natural esperar que las diferencias de letalidad se van a observar más tempranamente en los grupos más jóvenes.
Respecto a los resultados, ¿Cómo se correlacionan las estrategias sanitarias?
Las cuarentenas no están logrando su objetivo de reducir la movilidad y eso tiene implicancias en las políticas públicas. Hay que preguntarse por qué la gente de las comunas más pobres no reduce su movilidad. Puede ser porque las personas que están en las comunas más pobres no tienen posibilidades de teletrabajar como sí ocurre en otros lados. Eso es un factor que puede estar comprometiendo la efectividad de las cuarentenas.
Hay que considerar la situación socioeconómica y la heterogeneidad que hay a nivel socio económico en Santiago para planear estrategias que sean efectivas. Para una ciudad tan segregada hay que ser conscientes en ese tipo de heterogeneidad para pensar en cómo se va a abordar el problema. Nuestro análisis trata de proponer que haya una mirada sistémica a cómo se administra la salud en Santiago para poder mejorarla.