Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, han descubierto un nuevo y eficaz tratamiento para la deficiencia de vitamina D, según publican en el ‘American Journal of Clinical Nutrition’.
En todo el mundo hay varios millones de personas con diversos síndromes de malabsorción de grasas, incluidos los que se han sometido a una cirugía de bypass gástrico y los que padecen obesidad. Estos pacientes suelen tener dificultades para absorber la vitamina D y ambos grupos de pacientes corren un mayor riesgo de sufrir una deficiencia de vitamina D y, por tanto, un mayor riesgo de padecer osteoporosis y osteomalacia (reblandecimiento de los huesos).
Los pacientes con obesidad también son susceptibles de sufrir una deficiencia de vitamina D, ya que la vitamina D derivada de la absorción intestinal y la síntesis cutánea se diluye en una mayor reserva corporal de grasa. Ahora, el nuevo estudio demuestra que la 25-hidroxivitamina D3 es un tratamiento eficaz para la carencia de vitamina D en estos pacientes concretos.
Según los investigadores, aproximadamente un tercio de los adultos son obesos y necesitan dosis mucho mayores de vitamina D para satisfacer sus necesidades.
«Este metabolito de la vitamina D se absorbe mejor en los pacientes con síndromes de malabsorción de grasas y, al no ser tan liposoluble, no se diluye en la grasa corporal y es eficaz para elevar y mantener los niveles sanguíneos de 25-hidroxivitamina D en las personas obesas», explica el autor correspondiente, el doctor Michael F. Holick, profesor de medicina, fisiología y biofísica y medicina molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.
Se compararon adultos sanos, adultos con síndrome de malabsorción de grasas y adultos obesos para evaluar si una forma más hidrosoluble de vitamina D3 conocida como 25-hidroxivitamina D3 era más eficaz que la misma dosis de vitamina D3 para mejorar su estado de vitamina D.
Los investigadores observaron que, en comparación con los adultos sanos, en la sangre de los pacientes con síndromes de malabsorción de grasas, incluidos los que se habían sometido a una operación de bypass gástrico, sólo se encontraba un 36% de la vitamina D3 ingerida por vía oral.
Cuando los mismos adultos ingirieron 25-hidroxivitamina D3, los pacientes con síndromes de malabsorción de grasas fueron capaces de absorberla tan bien como los adultos sanos, elevando así su nivel de vitamina D en el mismo grado. Una observación similar se realizó en los sujetos obesos en comparación con los controles sanos.
«Por lo tanto, el uso de 25-hidroxivitamina D3 podría ser un enfoque novedoso para tratar la deficiencia de vitamina D en pacientes con síndromes de malabsorción de grasas y adultos obesos», añade Holick.
La carencia de vitamina D no sólo provoca la pérdida de masa ósea, lo que aumenta el riesgo de fractura, sino que también causa la dolorosa enfermedad ósea osteomalacia. Los pacientes con deficiencia de vitamina D que padecen osteomalacia tienen un dolor implacable en los huesos y los músculos.
Esta carencia de vitamina D se ha asociado a un mayor riesgo de padecer muchas enfermedades crónicas, como la esclerosis múltiple, la diabetes de tipo 1, las cardiopatías, la diabetes de tipo 2, la depresión, la disfunción neurocognitiva y la enfermedad de Alzheimer, así como enfermedades infecciosas como el COVID.