Obesidad: El 74% de la población adulta chilena padece de sobrepeso u obesidad

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la obesidad han alcanzado cifras alarmantes durante la última década. En el mundo, cada año mueren 2,8 millones de personas, y en Chile -según datos del Ministerio de Salud- la cifra de fallecidos es una persona por hora.

En 2010 el 64% de los adultos sufrían de sobrepeso u obesidad. Para 2020, esta cifra ascendió al 74%. Las autoridades sanitarias han manifestado su preocupación con revertir esta situación, pero la pandemia ha acentuado los problemas como el sedentarismo, la ansiedad y el estrés, factores que inciden en esta condición.

La Dra. Alejandra Parada, académica de la carrera de Nutrición y Dietética UC, comentó que “en los países en desarrollo, la prevalencia de enfermedades crónicas no comunicables; como hipertensión, diabetes, y enfermedad cardiovascular, están aumentando mucho más rápidamente que en el mundo industrializado. Si bien los problemas de la desnutrición infantil están lejos de resolverse, la nueva pandemia de obesidad y sus enfermedades no comunicables acompañantes están planteando un reto para organizaciones como la OMS”.

El proceso de globalización puede aumentar la inequidad de acceso a alimentación sana entre los países; grupos de alto ingreso gozan de los beneficios de un mercado más dinámico y los de menos ingresos pueden tener disponibilidad de alimentos de menor calidad nutricional. Además, la globalización está afectando la naturaleza de los sistemas agrícolas y de alimentos, alterando la cantidad, tipo, costo y disponibilidad de alimentos para consumo.

Para la nutricionista, la dieta y modificaciones del estilo de vida (estilo de vida menos sedentario), son el primer paso para el tratamiento de la obesidad. “Con ellos se espera lograr una pérdida de peso del 5-10% en un plazo de 6 meses”, precisa. Agrega que actualmente hay una amplia variedad de tipos de dieta recomendadas para el manejo de la obesidad, pero una reducción de la ingesta de energía sigue siendo un componente esencial de la efectividad de cualquier dieta.

Las revisiones sistemáticas y los metaanálisis indican que todas las dietas producen resultados favorables cuando se cumplen y que la pérdida de peso inicial puede predecir la cantidad de peso perdido y mantenido durante hasta 4 años. Por lo tanto, los factores relacionados con la adherencia son clave en la selección de una dieta. En este sentido uno de los predictores más importantes del éxito de la pérdida de peso temprana, es la adherencia al cambio de comportamiento en adultos con obesidad.

Para el tratamiento nutricional es importante que el paciente conozca metas claras y reales a la condición que presenta, para la baja de peso. Siempre se debe considerar que con este tratamiento se debe influir favorablemente sobre condiciones coexistentes asociadas con la obesidad. Además, para una adecuada planificación alimentaria y con ello lograr una buena adherencia al tratamiento dietético, se debe considerar las expectativas del paciente, disposición del paciente, es decir, conocer las razones y motivación para bajar de peso, historia de tratamientos previo para bajar de peso, conocer las preferencias del paciente sobre la dieta y la actividad física.

Con ello se debe decidir cuál tratamiento o combinación de tratamientos es mejor para lograr la meta planteada. Sin olvidar que la voluntad del paciente de adelgazar es importante para predecir el éxito.

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