Investigación chilena sobre el rol biológico de la fructosa en el cáncer de próstata es destacada internacionalmente

Una nueva investigación sobre el cáncer prostático determinó que el consumo de altas cantidades de fructosa estimula la proliferación y la agresividad de las células de este tipo cáncer que afecta a un número importante de hombres adultos.

El estudio liderado por el académico Alejandro Godoyde la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, alcanzó reconocimiento internacional al ser destacada en la portada de la afamada revista científica norteamericana Cancer Research, que se publica quincenalmente.

“Luego de una década de investigación, demostramos que las células del cáncer prostático utilizan a la fructosa como alimento, como energía, para multiplicarse y crecer como un tumor en la próstata. Además, demostramos que la fructosa promueve la capacidad de invasión de las células tumorales, lo cual podría favorecer la generación de metástasis; es decir, expandirse a otros tejidos, como la vejiga y vesículas seminales, o viajar por el torrente sanguíneo o el sistema linfático hasta los huesos u otros órganos”, explica el académico.

La publicación científica señala que dentro de los alimentos que ingerimos diariamente, los azúcares, de los cuales existen varios tipos (glucosa, fructosa y galactosa, entre otros), ocupan un lugar muy importante como fuente de energía para mantener la actividad metabólica en todas las células de nuestro organismo. Estos azúcares se encuentran normalmente en una variedad amplia de alimentos, por ejemplo, los lácteos, las frutas, entre otros, en niveles relativamente bajos. El problema está en los alimentos procesados.

El aumento progresivo del consumo de fructosa, incorporada en productos alimenticios procesados, ha sido asociado con un aumento en la incidencia de enfermedades, tales como obesidad, diabetes y síndrome metabólico. Lo que no se sabía hasta hoy es que es una molécula que también interviene de manera protagónica en el cáncer, incluido el de próstata.

“Cuando se habla de fructosa, la gente piensa inmediatamente en frutas. Pero el problema está en la gran cantidad de fructosa presente en los alimentos procesados, como bebidas gaseosas o jugos azucarados, e incluso en alimentos que no tienen un sabor dulce”, sostiene Alejandro.

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