El CMV (citomegalovirus) es la enfermedad viral más común del mundo. Cuando esta es contraída por una embarazada, puede generar secuelas severas en el recién nacido como sordera, ceguera, epilepsia y parálisis cerebral. El embarazo hace que las mujeres sean más susceptibles a infecciones, por lo que deben mantener estrictas medidas de higiene, sobre todo si cuentan con hijos pequeños, que les pueden transmitir el virus CMV al compartir un mismo cubierto, vaso, chupete, o con una mala higiene de manos después de cambiar pañales.
“En Chile, aproximadamente el 1% de los niños nacerían infectados por CMV. El virus —un gran desconocido pese a ser la principal infección transmitida por las madres a sus bebés durante el embarazo— deja secuelas permanentes y severas en cerca del 20% de los niños afectados, como sordera, ceguera, retraso psicomotor, epilepsia y parálisis cerebral”, comenta Giannina Izquierdo, Infectóloga/Pediatra, miembro de la Sociedad Chilena de Infectología y consejera de la Fundación StopCMV.
Este virus tan común en la población es parte de la familia de los virus herpes, la varicela y la mononucleosis infecciosa. Entre un 70-85% de la población adulta ya ha tenido una infección por CMV a lo largo de su vida. “Por lo que es sumamente importante que las mujeres en edad fértil que se encuentran gestando o están próximas a embarazarse pidan a su ginecólogo el examen para poder diagnosticar y tratar de manera oportuna la enfermedad. Este examen debe ser pedido durante el primer trimestre, ya que en caso de infección el tratamiento se debe empezar a más tardar las 16 semanas de embarazo” comenta Emiliano Soto, Ginecólogo/Obstetra de la Clínica Alemana de Santiago y consejero de StopCMV.
Por otro lado, es muy importante realizar un PCR de CMV a los recién nacidos, ya que 9 de cada 10 niños infectados no presentarán síntomas al nacer, no serán tratados y probablemente desarrollarán alguna secuela severa permanente a lo largo de su vida.
“Diagnosticar oportunamente a nuestra hija nos permitió realizar un tratamiento adecuado y activar un equipo multidisciplinario de infectólogos, neurólogos, otorrinos, pediatras y rehabilitadores” enfatizan los co-fundadores de StopCMV Javiera Valdivieso y Franco Zambra.
El CMV es la causa número 1 de sordera no genética en niños en el mundo
El virus (citomegalovirus) es la primera causa en el mundo de sordera neurosensorial no genética en niños. Entre 10-20% de los recién nacidos con CMV congénito tendrán pérdida auditiva, lo que puede ocurrir desde el nacimiento o de forma progresiva en el tiempo.
“El CMV congénito es 200 veces más común que el VIH pediátrico, 3 veces más común que Espina Bífida e igual de común que el Síndrome de Down en Estados Unidos, y, aun así, todas las patologías y condiciones anteriores se testean durante el embarazo a excepción del CMV” finaliza Javiera Valdivieso co-fundadora de StopCMV.