Con inspiración en los percebes: crean un pegamento médico que detiene el sangrado en segundos

Los investigadores de Mayo Clinic y sus colegas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) elaboraron un pegamento que sella rápido y es capaz de detener el sangrado en los órganos, independientemente de la coagulación. Los detalles se publican en Nature Biomedical Engineering.

Los percebes son aquellos animales marinos que se adhieren a las rocas, a la quilla de los barcos o a los grandes peces y permanecen allí, pese a condiciones húmedas y superficies variables. Lo logran gracias a exudar un tipo de sustancia aceitosa que no solo limpia la superficie, sino que también repele la humedad y después liberan una proteína que los enlaza de forma cruzada con las moléculas superficiales. Este proceso de dos pasos es lo que ocurre cuando se aplica el pegamento sellador a órganos y tejidos.

Para detener el sangrado, los cirujanos tradicionalmente han empleado un tipo de material que acelera la coagulación y forma coágulos, pero hasta en los casos más rápidos, este proceso lleva varios minutos. En estudios preclínicos, el equipo investigativo demostró que el pegamento detiene el sangrado en apenas 15 segundos, incluso antes de que empiece el proceso de coagulación.

“Los datos muestran que el pegamento logra la hemostasia de forma rápida y no depende de la coagulación. El tejido sellado resultante puede incluso soportar presiones arteriales altas. Creemos que el pegamento sirve para detener un sangrado fuerte, hasta en órganos internos, así como en pacientes con trastornos de la coagulación o que toman anticoagulantes. Esto podría resultar útil en el cuidado médico de aquellos militares y civiles que son víctimas de traumatismos”, comenta el Dr. Christoph Nabzdyk, anestesiólogo cardíaco y médico de cuidados intensivos en Mayo Clinic. El Dr. Nabzdyk también es uno de los autores expertos del estudio.

El pegamento se compone de material inyectable y consiste en una sustancia aceitosa y repelente al agua que contiene micropartículas bioadhesivas. Estas micropartículas son las que se enlazan entre sí y a la superficie del tejido, una vez que el aceite limpia el sitio de conexión. El biomaterial se reabsorbe lentamente durante semanas.

El estudio contó con el apoyo del Centro Deshpande de MIT, de los Institutos Nacionales de Salud, de la Fundación Nacional de Ciencias, de la Oficina de Investigación en el Ejército, de la Fundación Zoll y de la Beca Samsung. La tecnología está protegida por una patente compartida entre MIT y Mayo Clinic.

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