Durante la primera y segunda ola del Covid-19 en 2020, se detectó un efecto secundario de la infección por SARS-CoV-2 llamado “dedo COVID”. Este se registró con mayor tasa en niños y adolescentes contagiados y se caracteriza por inflamar y enrojecer los dedos de los pies o las manos.
No se han informado descripciones detalladas de las biopsias del dedo COVID, por ello, los investigadores de la universidad de París, en Francia, iniciaron un estudio para conocer el origen de este extraño fenómeno.
En el estudio, publicado en la revista British Journal of Dermatology, los autores creen haber identificado, por primera vez, las partes del sistema inmunitario que parecen estar involucradas en la aparición de este tipo de lesiones, lo que podría ayudar a desarrollar tratamientos.
Para el estudio se examinaron biopsias de piel de 50 personas que presentaron este síntoma durante la primavera de 2020 en Madrid, España. La presencia del coronavirus SARS-CoV-2 se investigó mediante microscopía electrónica e inmunohistoquímica (tinción que utiliza un anticuerpo para reconocer el virus).
Los resultados arrojaron dos causas que podrían explicar la aparición de este síntoma: una proteína antivírica denominada interferon tipo 1 y un tipo de anticuerpo que erróneamente ataca las propias células y tejidos además de invadir al virus.
“El daño vascular causado por el virus podría ser un mecanismo clave para explicar el dedo COVID y quizás también otros tipos de lesiones observadas en pacientes gravemente afectados por COVID-19”, aseguran en el artículo.
Con esta nueva información, el equipo podrá ayudar a descubrir nuevos tratamientos para combatir estos “dedos COVID”, los cuales aparecen a la primera o cuarta semana del contagio. Una afección que se ha observado que desaparece sin la necesidad de utilizar fármacos, pero causa gran molestia en los pacientes.