Más de mil millones de personas en todo el mundo viven con deficiencia visual por no recibir atención para tratar los problemas de salud visual, según el primer Informe mundial sobre la visión publicado en 2019 por la Organización Mundial de la Salud.
Entre las principales afecciones visuales se encuentran la miopía, la hipermetropía, el glaucoma y las cataratas, las que suelen estar relacionadas con el envejecimiento de la población, los cambios en los estilos de vida y se ven agravados por el acceso limitado a la atención oftalmológica, en particular en los países de ingresos bajos y medios. Estos factores impulsan el aumento del número de personas con deficiencia visual en el mundo.
En Chile, se estima que cerca de 850.000 personas sufren de deficiencia visual y de ellas, aproximadamente 80.000 son ciegas. El Dr. Gonzalo Vargas, director del Departamento de Salud Visual de la Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof), sostiene que “uno de los principales temores que tienen las personas respecto a su salud es perder la visión por sobre la pérdida de la memoria, de la audición, del habla o de una extremidad. Por su parte, la ceguera ha sido catalogada como la condición más temida incluso más que un infarto, artritis o el sida”.
¿Por qué es importante la salud visual?
La salud visual afecta directamente la calidad de vida de las personas, independiente de factores demográficos étnicos o raciales y su compromiso puede afectar significativamente la salud general. La pérdida de la visión tiene un impacto negativo sobre la vida de las personas pudiendo experimentar serias dificultades en el ámbito laboral y familiar, debiendo en la mayoría de los casos depender de otros para desarrollar sus actividades básicas de la vida diaria.
La discapacidad visual está asociada a una disminución del ingreso económico y a un incremento del riesgo de caídas, fracturas de cadera, depresión, aislamiento social, y sensación de disminución de control sobre sus vidas.
La visión es una experiencia más compleja que ver o no ver bien, y puede influir de forma muy diversa en el desarrollo vital de los individuos, en su repertorio de actividades, en su participación en la sociedad, y, en definitiva, en su calidad de vida. Se podría medir la calidad de salud de una población a través de la medición de la salud visual de las personas, y algunos países utilizan el número de cirugías de catarata como un indicador de ella.
¿Qué enfermedades oculares son más prevalentes en la población chilena?
Las causas de ceguera en nuestro país son las mismas que en la mayoría de los países del mundo, siendo las más frecuentes la catarata y el error refractivo, ambas reversibles, y en segundo lugar están las causas irreversibles; la retinopatía diabética, el glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad.
En Chile están incluidas dentro de las garantías GES la catarata en mayores de 65 años y los vicios de refracción se aborda en forma integral en los niños a través del programa de la JUNAEB, la atención de los mayores de 65 años como garantía GES, y entre la edad escolar y menores de 65 años en la atención primaria y en las UAPO.
Estas políticas han sido muy exitosas y gracias a la garantía GES se ha alcanzado una tasa de 500 cirugías de catarata por millón de habitante, que permitiría eliminar la catarata como causa de ceguera. La incorporación de esta cirugía al AUGE ha permitido equipar todos los hospitales públicos con modernas tecnologías y realizar cirugías de alta calidad.
El problema radica en las causas de ceguera irreversible. La retinopatía diabética es la primera causa de ceguera en la población en edad laboral y, aunque esta enfermedad tiene cobertura Auge, lamentablemente su forma de detección, el fondo de ojo no está dentro de la cobertura, que llega aproximadamente a un 36%. Con la pandemia esta cifra se ha reducido y para eliminar esta condición como causa de ceguera, se requiere de una cobertura del 80%. Esto significa que aproximadamente a 600.000 diabéticos en Chile no se les realiza el examen de fondo de ojos. Esto es un gran problema, por ello se debiera incorporar el fondo de ojo dentro de las garantías GES para incrementar su detección.
El glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad, tampoco cuentan con garantía GES, lo que se traduce en que no tienen asegurado su financiamiento para el diagnóstico ni el tratamiento.
¿Las políticas públicas cumple con las necesidades de la población respecto a la salud visual?
La política pública en salud más acertada, sin lugar a duda, ha sido la incorporación de siete patologías oftalmológicas en el GES; los vicios de refracción en mayores de 65 años, la catarata, la Retinopatía Diabética, el estrabismo, el desprendimiento de retina, la retinopatía del prematuro y el trauma ocular. Todo esto ha tenido un tremendo impacto positivo en la salud visual de las personas, porque el cumplimiento de las enfermedades que están dentro del Auge es sobre un 98%.
Por otro lado, las enfermedades causantes de ceguera mencionadas que no han sido incluidas dentro de las garantías GES, la rehabilitación visual de aquellos pacientes con discapacidad visual permanece como un tema pendiente
Durante la pandemia, ¿qué problemas se han desarrollado respecto a la salud de nuestros ojos?
En primer lugar, como en la mayoría de las atenciones en salud, un retardo en la atención, lo que ha significado una caída en la cobertura de aquellas enfermedades que tienen garantía, ocasionando como consecuencia una consulta tardía y evolución a cuadros más graves y complejos con mayor riesgo de ceguera, y en muchos casos irreversibles.
El otro gran problema ha sido el encierro, especialmente en niños menores de 10 años, debido a la falta a exposición a luz solar y a su asociación con el desarrollo de altas miopías, puede ocasionar graves consecuencias futuras como glaucoma y enfermedades maculares causantes de ceguera.
La prevención es clave, debiendo exponerse a un período de dos horas de luz diurna, y descanso cada 20 minutos en aquellos niños que utilizan el computador y 20 segundos de relajación mirando hacia lo lejos. Aunque los factores genéticos juegan un rol muy importante, los factores ambientales son decisivos en la expresión y desarrollo de estos factores.
¿Qué impacto tiene la pandemia en el desarrollo de la vista de los niños?
El impacto de la pandemia en la salud visual de los niños ha sido muy negativo, debido a los prolongados periodos de confinamiento, sumado a la disminución de la exposición a la luz solar, cambios en las metodologías de enseñanza con clases online el 100% del tiempo desde tempranas edades, cambios en las formas de comunicarse con sus pares, ha traído como consecuencia una migración a las plataformas digitales, aumentando exponencialmente el tiempo de uso de pantallas y disminución de actividades al aire libre.
Estos factores implicados en la progresión de miopía como el menor tiempo que los niños están expuestos a luz natural han marcado un aumento en la prevalencia y progresión de la miopía. La pandemia ha traído también un aumento de ojo seco en niños y mayor tiempo de exposición a pantallas sin las medidas adecuadas de prevención.
¿Qué recomendaciones generales da a la población para cuidar la salud visual?
Entre las medidas generales de cuidado de la salud visual se pueden hacer muchas cosas. En primer lugar, no fumar, porque este mal hábito está relacionado con el desarrollo de catarata, aumento de la degeneración macular relacionada con la edad, empeora la retinopatía diabética, parto prematuro y con ello el desarrollo de retinopatía del prematuro, miopía y ceguera, ojo seco y mayor riesgo de uveítis
Otras medidas muy útiles son hacer ejercicio en forma regular, esto mejora el flujo sanguíneo y con ello la irrigación sanguínea, alimentación sana, vegetales de hoja oscura, pescado de aguas frías, esto fortalece la retina, reduce el riesgo de degeneración macular relacionada a la edad, el riesgo de desarrollar catarata y glaucoma. El ejercicio además previene la obesidad, el síndrome metabólico, la diabetes, el glaucoma, el cáncer, la hipertensión arterial, las trombosis oculares y obstrucciones arteriales, todas ellas causantes de ceguera
Igualmente es muy importante la protección de la radiación UV de los rayos solares durante todo el año, desde la infancia hasta la vejez, debido a que puede causar queratitis, pterigion, catarata, acelerar la degeneración macular relacionada con la edad, melanoma en personas predispuestas. También protección ocular frente a deportes con pelotas de alto impacto y en situaciones laborales de riesgo especialmente cuando se golpea metal contra metal o esmerilando, evitar que los niños jueguen solos, especialmente con elementos de riesgo como tijeras, palillos, usar protección ocular adecuada en labores de jardinería, clavando clavos, cortando leña y prohibir o proscribir en forma definitiva el uso de postones y fuegos artificiales.
El Filtro azul no tiene utilidad, porque la luz azul está presente en la luz natural, y es importante para regular el ritmo circadiano. La clave es dejar de usar pantallas un par de horas antes de irse a dormir y no exponerse a luz azul durante este período, lo que ayuda a conciliar el sueño y tener un sueño reparador. Es muy importante tener un ritmo circadiano y un sueño reparador, porque si se afecta el ritmo circadiano aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, hipertensión arterial, diabetes, cáncer y depresión.