El síndrome de dificultad respiratoria aguda tiene una tasa de mortalidad que varía entre un 20% y un 48%, donde los pacientes sobrevivientes suelen experimentar deficiencias físicas, cognitivas y mentales a largo plazo. Durante la pandemia, el aumento del uso del posicionamiento en prono (paciente boca abajo) para tratar a pacientes con falla respiratoria aguda con ventilación mecánica ha sido una realidad.
En este contexto y como una necesidad emergente y prioritaria, un grupo de académicos y egresados del Magíster en Terapia Física y Rehabilitación (MAKI) de la Universidad del Desarrollo, realizaron un estudio (publicado en la revista Respiratory care) sobre eventos adversos del posicionamiento en prono en adultos con ventilación mecánica, con síndrome de dificultad respiratoria aguda.
“Aunque estudios anteriores apoyan una reducción significativa en la mortalidad de pacientes con falla respiratoria aguda tratados en posición prono, la frecuencia de eventos adversos debe considerarse cuidadosamente durante el proceso de toma de decisiones. Considerando la situación actual, las complicaciones derivadas del uso del posicionamiento en prono de pacientes sedados en etapas agudas, podrían ser mayores que antes de la pandemia, sobre todo en UCIs con menor experiencia”, indican los líderes del estudio Juan José Pinto-Concha, Nadine Aranis, Jaime Leppe y Felipe González-Seguel.
Con el objetivo de recopilar estrategias y recomendaciones para mitigar los eventos adversos durante la implementación de dicha posición, los investigadores UDD revisaron todos los eventos adversos reportados en estudios clínicos desde el 2013 -que también incluyó estudios COVID-19-, identificando eventos adversos que están pobremente estudiados, pero que son determinantes para la calidad de vida de los sobrevivientes de falla respiratoria aguda.
Según explican, se identificaron más de 40 diferentes eventos adversos, siendo algunas de las tasas de ocurrencia más altas la desaturación severa (38%), barotrauma (31%), úlceras por presión (30%), neumonía asociada a la ventilación (28%), edema facial (17%), arritmias (15%), hipotensión (10%) y lesiones de nervios periféricos (8%).
Asimismo, los autores destacan la presencia de complicaciones neuromusculoesqueléticas, identificándose solo siete en estudios retrospectivos: dolor lumbar (9%), lesiones de nervios periféricos en general (8%), incluyendo nervio ulnar (7%), nervio radial (4%), nervio ciático (4%), nervio mediano (2%) y plexo braquial (2%). La meralgia parestésica y la parálisis de nervios craneales inferiores, solo fueron identificadas en reportes de casos.
Las estrategias de mitigación informadas durante el posicionamiento en prono incluyeron la rotación facial alternada, reposicionamiento cada 2 horas y el uso de almohadas debajo del pecho y la pelvis; mientras que las estrategias de mitigación para realizar dicha maniobra comprendieron una persona en la cabecera, el uso de una lista de verificación de seguridad previa a la maniobra, el monitoreo de signos vitales y garantizar ajustes adecuados del ventilador mecánico. Cabe destacar que, ningún documento reportó la movilización temprana como una estrategia de mitigación de complicaciones del posicionamiento en prono.
Las tasas de ocurrencia de eventos adversos identificadas en esta revisión podrían servir para orientar las decisiones de investigación y práctica clínica, especialmente para los equipos de UCI con poca o nula experiencia en el manejo de pacientes que requieren posicionamiento en prono.