Hace un año se puso en marcha la Estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer del cuello uterino como problema de salud pública. Esta medida fue promovida por la Organización Mundial de la Salud, puesto que esta enfermedad cobra la vida de más de 300 000 mujeres cada año.
La propuesta recogió en su momento tres ambiciosas metas para el próximo decenio, que contempla que el 90% de las niñas se vacunen contra el VPH, que el 70% de las mujeres se sometan a pruebas de detección de lesiones precancerosas y que el 90% de las que lo necesiten tengan acceso a tratamiento y cuidados paliativos. Estas medidas podrían reducir los nuevos casos de la enfermedad en más del 40% y prevenir 5 millones de muertes hasta el año 2050.
Al igual que sucede con el COVID-19, el acceso a las herramientas esenciales es limitado, y las mujeres y las adolescentes de los países más pobres se ven privadas de los servicios de cribado clínico, las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) y los tratamientos que son comunes en los lugares más ricos.
La disparidad entre las muertes por cáncer del cuello uterino en los países de ingresos altos en comparación con los de ingresos bajos es muy marcada, similar a la que hemos visto durante la pandemia, ya que 9 de cada 10 muertes por cáncer del cuello uterino se producen en países de ingresos bajos y medianos.
En la última década, los fabricantes han inclinado la oferta hacia los lugares más ricos. En 2020, solo el 13% de las niñas de entre 9 y 14 años a escala mundial estaban vacunadas contra el papilomavirus humano, el virus que causa casi todos los casos de cáncer del cuello uterino. Hay aún unos 80 países —que aglutinan casi dos tercios de la carga mundial del cáncer del cuello uterino— que no cuentan con esa vacuna vital.
Abordar el cáncer del cuello uterino durante la pandemia de COVID-19
El Dr. Tedros, director general de la OMS, aplaudió a los países que han adoptado métodos innovadores para facilitar el acceso a las tecnologías y servicios que pueden detener el cáncer del cuello uterino durante la pandemia de COVID-19.
Algunos países han formado al personal sanitario para la utilización de dispositivos portátiles más modernos para la ablación térmica de las lesiones precancerosas. Otros han ampliado el uso de la obtención de muestras por las propias mujeres para detectar anomalías cervicales —un método aprobado en las directrices de la OMS recientemente publicadas— para que las mujeres puedan recoger su propio frotis cervical. Esta opción reduce la estigmatización de las mujeres, facilita el acceso a quienes viven lejos de los centros de salud y ayuda a los centros sanitarios sobrecargados a mantener servicios seguros respetando las medidas de seguridad en relación con la COVID-19. Las muestras recogidas por las propias pacientes pueden ser analizadas en las mismas plataformas de laboratorio en las que los países han invertido para las pruebas PCR para la COVID-19.
Sin embargo, también se han producido retrocesos. Para muchas mujeres, el acceso a los servicios de cribado ha disminuido y, según arrojó una encuesta reciente, en el 43% de los países se han producido interrupciones en el tratamiento del cáncer. Mientras tanto, las tasas de vacunación contra el VPH a nivel mundial cayeron del 15% en 2019 al 13% en 2020, debido a los efectos de las perturbaciones que han afectado a los servicios de salud y el cierre de escuelas.
Nuevas tecnologías, inversiones e investigación para ayudar en la lucha contra el cáncer del cuello uterino
Sumándose a los importantes hitos alcanzados durante el último año, la OMS publica hoy nuevas recomendaciones para orientar la investigación sobre tecnologías de cribado basadas en la inteligencia artificial. Estas orientaciones inéditas ayudan a los desarrolladores a hacer avanzar el cribado del cáncer de cuello uterino y hacer que las lesiones precancerosas sean detectadas lo antes posible.
Por otro lado, se anunció la inauguración en la Universidad de Miami del primer «Centro Colaborador de la OMS para la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino», que será un importante centro de investigación y asistencia técnica para ayudar a los países a alcanzar los objetivos de prevención y control del cáncer del cuello uterino.
Durante el último año, la OMS ha publicado varios recursos nuevos para ayudar a los países a alcanzar las metas de eliminación del cáncer del cuello uterino:
- Los nuevos perfiles de los países proporcionan una base de referencia para que los Estados Miembros de la OMS puedan seguir los avances hacia las metas de eliminación.
- Nuevas recomendaciones para el cribado y la prevención del cáncer del cuello uterino, en particular para las mujeres con VIH.
- Especificaciones técnicas de los equipos de radioterapia para el tratamiento del cáncer y un nuevo marco para reforzar el tratamiento del cáncer cervicouterino invasivo, con inclusión de medidas de diagnóstico, estadificación, tratamiento y cuidados paliativos y seguimiento.