Confirman en ratones las propiedades antinflamatorias y antiartríticas de una planta andina

Por primera vez, una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) identifica en modelo animal las propiedades antiinflamatorias y antiartríticas de la kiswara (Buddleja coriacea), una especie de árbol nativo de Bolivia y Perú que se ha utilizado tradicionalmente para aliviar problemas de hígado, próstata o diabetes, entre otros.

“Aunque la medicina tradicional habla sobre las propiedades beneficiosas de esta especie vegetal, no existen estudios científicos previos que avalen estas propiedades. Es en este sentido, nuestro estudio es el primer reporte que las confirma”, destaca Luís Apaza, investigador del Departamento de Química en Ciencias Farmacéuticas de la UCM y del Departamento de Química Orgánica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

El estudio, publicado en Natural Product Research, ha aislado y caracterizado tres compuestos, que presentaron una actividad antiinflamatoria in vitro similares a un fármaco antiinflamatorio experimental. Además, estos compuestos han presentado un mayor efecto antiartrítico (5 miligramos/día) comparado con fármacos empleados en el tratamiento de pacientes adultos con artritis reumatoide como la leflunomida (20 miligramos/día).

La kiswara es un árbol perennifolio perteneciente a la familia Loganiaceae, mide entre 4 y 6 metros de altura y tiene follaje permanente. Es una especie nativa de las altiplanicies andinas de Bolivia y Perú, entre los 2.900 y 4.400 metros sobre el nivel del mar.

“La infusión de sus hojas y flores se ha utilizado tradicionalmente para aliviar problemas hepáticos, de próstata, diabetes, cistitis, reumatismo, artritis o gota”, añade Apaza.

Horizonte abierto a otras inflamaciones crónicas

Para llevar a cabo la investigación, en la que también han participado la UAM y el laboratorio clínico boliviano ProntoLab, los investigadores prepararon los extractos y aislaron los compuestos.

Posteriormente, estudiaron su citotoxicidad y actividad anti-inflamatoria in vitro (cultivos celulares) y al final se han realizado los estudios preclínicos (modelo murino) que confirmaron las actividades antiinflamatoria y antiartrítica del extracto y de los compuestos aislados.

“El aislamiento de estos compuestos abre el camino para la síntesis de una librería de compuestos con mayor actividad antiinflamatoria y anti-artrítica, tomando estos como referencia”, concluye el experto de la UCM.

Una vez demostrados sus efectos en artritis reumatoide, los investigadores avanzan que uno de los siguientes pasos es estudiar su potencial en la lucha contra otras enfermedades que implican una inflamación crónica como la intestinal.

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