Un estudio de Mayo Clinic recientemente publicado afirma que el mayor riesgo para los receptores de un trasplante renal no es el rechazo del órgano, sino el cáncer, las infecciones y las enfermedades cardíacas. Los investigadores descubrieron que la causa principal para perder un riñón trasplantado es la muerte del receptor debido a otros factores no relacionados con el rechazo del órgano, puesto que solamente se pierde 1 de cada 4 riñones a consecuencia del rechazo del órgano.
“Los medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo del órgano suelen ser el punto central de la atención de los pacientes después del trasplante. Sin embargo, este estudio resalta que el cáncer y las infecciones presentan el mayor riesgo de muerte para los pacientes de trasplante, especialmente para aquellos que tienen más edad y padecen de diabetes”, comenta el Dr. Andrew Bentall nefrólogo de Mayo Clinic y primer coautor del estudio. El estudio acaba de publicarse en Transplantation Direct.
El estudio es el más grande que se ha hecho a fin de examinar las razones para la pérdida de riñones trasplantados e incluyó a 5752 pacientes sometidos a trasplante renal en los programas de Mayo Clinic para trasplante de riñón en Arizona, Florida o Minnesota, entre 2006 y 2018. De estos pacientes, 691 murieron con el riñón en funcionamiento, y los investigadores descubrieron que el 20 por ciento falleció por cáncer, el 19,7 por ciento a causa de una infección y el 12,6 por ciento debido a una enfermedad cardíaca.
Otros 553 pacientes perdieron el riñón trasplantado debido a la falla del órgano. De estos pacientes, el 38,7 por ciento de la falla de los riñones en los pacientes se debió a rechazo, el 18,6 por ciento fue a consecuencia de enfermedades glomerulares y el 13,9 por ciento fue a causa de lesión tubular.
Los investigadores descubrieron que hay dos tipos de receptores de trasplante renal que corren más riesgo después del trasplante. El primer tipo está conformado por pacientes jóvenes, sin diabetes y que desarrollan insuficiencia renal debido a rechazo del órgano. El segundo tipo incluye a pacientes de más edad, generalmente diabéticos y que corren riesgo de morir debido a otras causas no relacionadas con el rechazo del órgano, como cáncer, infecciones y enfermedad cardíaca.
El Dr. Bentall dice que el estudio deja claro que los proveedores de atención médica deben tratar a estos dos tipos de pacientes de manera diferente a fin de minimizar los riesgos. En los pacientes más jóvenes, esto incluye concentrarse en los medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo; mientras que en los pacientes de más edad y generalmente diabéticos, es imprescindible afrontar los problemas crónicos de salud, como obesidad, presión arterial alta y diabetes. Es fundamental enfocarse en estos cambios en el estilo de vida para mejorar los resultados a largo plazo de los pacientes con trasplante renal.
“Para estos pacientes de más edad, es importante que los proveedores de atención médica recalquen la necesidad de cambiar el estilo de vida de manera continua para tratar la obesidad, la presión arterial alta y la diabetes. Esto incluye perder peso, hacer ejercicio y adoptar nuevas estrategias para controlar la diabetes. Estos cambios pueden influir en la vida del paciente y en los resultados obtenidos con el trasplante de riñón, más que las terapias de inmunosupresión”, añade el médico.
Otros autores del trabajo son el Dr. Massini Merzkani, el Dr. Byron Smith, la Dra. Xiomara Benavides López, el Dr. Matthew D’Costa, Walter Park, el Dr. Walter Kremers, el Dr. Naim Issa, el Dr. Andrew Rule, la Dra. Harini Chakkera, el Dr. Kunam Reddy, el Dr. Hasan Khamash, el Dr. Hani Wadei, el Dr. Martin Mai, la Dra. Mariam Alexander, el Dr. Hatem Amer, la Dra. Aleksandra Kukla, la Dra. Mireille El Ters, la Dra. Carrie Schinstock, el Dr. Manish Gandhi, el Dr. Raymond Heilman y el Dr. Mark Stegall, todos de Mayo Clinic. Este trabajo se financió gracias a los Institutos Nacionales de Salud.