Iluminando el camino hacia ritmos diarios más saludables

La luz que experimentamos en nuestra vida diaria tiene una gran influencia en nuestros ritmos corporales. Los estilos de vida modernos, con acceso a luz eléctrica las 24 horas y exposición reducida a la luz natural, pueden interrumpir el sueño y afectar negativamente la salud, el bienestar y la productividad. Un nuevo informe publicado en la revista de acceso abierto PLOS Biology aborda la interrogante sobre cómo debe ser exactamente la iluminación brillante durante el día y la noche para apoyar los ritmos corporales saludables, el sueño reparador y el estado de alerta durante el día.

Los profesores Timothy Brown de la Universidad de Manchester, Reino Unido, y Kenneth Wright de la Universidad de Colorado Boulder, EE. UU., reunieron a un organismo internacional de expertos científicos líderes para acordar las primeras recomendaciones de consenso basadas en evidencia para una luz saludable durante el día, la tarde y la noche. exposición. Estas recomendaciones brindan una guía muy necesaria para las industrias de iluminación y electrónica para ayudar al diseño de entornos más saludables y mejorar la forma en que iluminamos nuestros lugares de trabajo, edificios públicos y hogares.

Una pregunta clave abordada por el nuevo informe fue cómo medir adecuadamente la medida en que los diferentes tipos de iluminación pueden influir en nuestros ritmos corporales y patrones diarios de sueño y vigilia. La luz afecta estos patrones a través de un tipo especializado de célula en el ojo que usa una proteína sensible a la luz, la melanopsina, que es distinta de las proteínas en los bastones y conos que respaldan la visión (y en las que se basan las formas tradicionales de medir el «brillo»).

Dado que la melanopsina es más sensible a la luz en una parte específica del espectro visual (luz azul-cian), las nuevas recomendaciones utilizaron un estándar de medición de luz recientemente desarrollado adaptado a esta propiedad única, la iluminación diurna equivalente melanópica, la fisiología humana y los ritmos corporales y, por lo tanto, podría formar la base de recomendaciones significativas y ampliamente aplicables.

Un próximo paso importante será la integración de las recomendaciones en las pautas formales de iluminación, que actualmente se centran en los requisitos visuales en lugar de los efectos sobre la salud y el bienestar. Además, se espera que la creciente sofisticación en la tecnología de iluminación LED y la disponibilidad de sensores de luz de bajo costo aumenten la facilidad con la que las personas pueden optimizar su exposición personal a la luz para apoyar mejor sus propios ritmos corporales de acuerdo con las nuevas recomendaciones.

«Estas recomendaciones proporcionan el primer consenso científico, cuantitativo, guía para los patrones diarios apropiados de exposición a la luz para apoyar los ritmos corporales saludables, el sueño nocturno y el estado de alerta diurno. Esto ahora proporciona un marco claro para informar cómo iluminamos cualquier espacio interior que va desde lugares de trabajo, establecimientos educativos y centros de salud a nuestros propios hogares», señaló Brown.

 

Compartir este artículo

Artículos relacionados

La ministra de Salud, Ximena Aguilera, inauguró el año académico 2025 en la Escuela de Salud Pública Dr. Salvador Allende de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, destacando la importancia histórica de la institución y delineando las transformaciones estratégicas para fortalecer el sistema de salud chileno. En su discurso, la autoridad reflexionó sobre los 82 años de la Escuela y el centenario del Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, subrayando los logros alcanzados y los desafíos persistentes. 
En un estudio multiinstitucional de una década de duración, psicólogos de la Universidad de Alberta (U of A) colaboraron con la Universidad Radboud de los Países Bajos para desarrollar un enfoque de tratamiento preciso para la depresión que ofrece a los pacientes recomendaciones individualizadas basadas en múltiples características, como la edad y el sexo. Sus hallazgos se publicaron en la revista PLOS ONE.