El microbioma intestinal puede alterar la respuesta al tratamiento del cáncer

Un nuevo estudio sobre la comprensión actual de la conexión entre el microbioma intestinal y la respuesta terapéutica a la inmunoterapia, la quimioterapia o la cirugía del cáncer, señala formas en que el microbioma podría ser un objetivo para mejorar el tratamiento al comprobar que puede alterar la respuesta al tratamiento oncológico, según publican sus autores en la revista ‘JAMA Oncology’.

Desde la antigüedad, se cree que nuestro microbioma intestinal, que alberga un gran número de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos, influye en muchos aspectos de la salud humana. Más recientemente, la tecnología de secuenciación ha demostrado que también puede desempeñar un papel en el tratamiento del cáncer.

Un artículo de revisión publicado por investigadores del Brigham and Women’s Hospital, en Estados Unidos, recoge los conocimientos actuales sobre la conexión entre el microbioma intestinal y la respuesta terapéutica a la inmunoterapia, la quimioterapia y la cirugía del cáncer, entre otras cosas, y señala las formas en que el microbioma podría ser objeto de tratamiento.

“Sabemos que un intestino sano es clave para nuestra salud en general, apunta el autor principal, Khalid Shah, del Centro de Células Madre e Inmunoterapia Traslacional en el Departamento de Neurocirugía del Brigham. Nuestro intestino es tan importante que a menudo nos referimos a él como nuestro ‘segundo’ cerebro».

Según Shah, en los últimos años se ha empezado a apreciar las numerosas funciones del intestino, incluida la conexión intestino-cerebro y la conexión entre el intestino y nuestro sistema inmunitario.

«Por el contrario, la disfunción intestinal o la disbiosis pueden tener un efecto negativo en nuestra salud», apunta.

Shah y sus colegas informan de un nuevo papel de la microbiota intestinal en la inmunoterapia. Los inhibidores de puntos de control inmunitarios y la terapia de bloqueo de puntos de control inmunitarios son estrategias novedosas para tratar el cáncer, pero la respuesta a estas formas de tratamiento varía considerablemente entre individuos y entre tipos de cáncer.

Varios estudios han encontrado diferencias en las especies de bacterias encontradas en las muestras fecales de los que responden y los que no responden, lo que sugiere que las diferentes composiciones del microbioma pueden influir en las respuestas clínicas.

Otros estudios sugieren que la dieta y los probióticos -especies bacterianas vivas que pueden ingerirse-, así como los medicamentos antibióticos y los bacteriófagos, pueden influir en la composición del microbioma intestinal y, a su vez, en la respuesta a la inmunoterapia. En particular, los autores destacan estudios recientes sobre los efectos de las dietas cetogénicas en pacientes con cáncer.

“Hoy en día, el desarrollo de tratamientos que sincronizan las inmunoterapias y la microbiota intestinal ofrece a la medicina una oportunidad única para lograr un verdadero cambio en la atención a los pacientes», resalta Shah.

Los autores también ofrecen una visión general de cómo la microbiota ha sido implicada en la respuesta a la quimioterapia y otros tratamientos convencionales contra el cáncer, así como de cómo las terapias contra el cáncer pueden afectar recíprocamente al microbioma y causar efectos secundarios.

«En general, estos hallazgos apoyan el potencial de influir en la microbiota intestinal para disminuir los efectos secundarios del tratamiento convencional del cáncer», apunta Shah.

Los autores señalan que no se sabe muy bien cómo es el consorcio bacteriano «ideal» en el intestino y cómo los resultados de los modelos preclínicos pueden traducirse o no en aplicaciones en humanos. En este contexto, señalan que hay que tener precaución antes de utilizar probióticos o hacer cambios en la dieta.

Muchos ensayos clínicos sobre el cáncer están explorando actualmente la influencia del microbioma para ayudar a abordar algunas de las limitaciones y lagunas en la comprensión. Entre ellos se encuentran los ensayos de trasplante de microbios fecales, los suplementos dietéticos y los nuevos fármacos que pueden influir en la composición de la microbiota.

«Hay pruebas sólidas de que el microbioma intestinal puede influir positivamente en las terapias contra el cáncer. Quedan apasionantes posibilidades por explorar, como la influencia de una dieta saludable, los probióticos, las terapias novedosas, etc.», destaca destaca Shah.

 

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