Tener un IMC alto como niño aumenta el riesgo de cáncer al ser adulto

Los hombres que tuvieron un índice de masa corporal (IMC) elevado en la infancia tienen mayor riesgo de padecer cáncer relacionado con la obesidad más adelante, incluso si su peso era normal en la juventud, según un nuevo estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia).

Los cánceres relacionados con la obesidad incluyen un importante grupo de enfermedades tumorales, muchas de las cuales están aumentando en los países industrializados. Entre ellos figuran el cáncer de boca, hígado, vesícula biliar, páncreas, colon y tiroides, piel (melanoma maligno) y sangre.

Ya se conocía la asociación entre un IMC elevado en la edad adulta y un mayor riesgo de cáncer relacionado con la obesidad, pero no se había detallado antes el riesgo asociado a un IMC elevado durante la infancia y la pubertad.

Estos nuevos resultados, publicados en la revista científica ‘Cancer Communications’, se basan en el Estudio Epidemiológico del IMC de Gotemburgo, una cohorte de base poblacional que incluye el IMC durante el desarrollo y datos de diagnóstico procedentes de registros suecos de alta calidad sobre 36.565 hombres nacidos entre 1945 y 1961.

Los científicos analizaron el IMC de los individuos incluidos a la edad de 8 años y de nuevo a los 20 y realizaron un seguimiento de sus diagnósticos de cáncer a partir de los 20 años y aproximadamente 40 años después. Este largo periodo de seguimiento fue crucial para el estudio, ya que la mayoría de los casos de cáncer relacionados con la obesidad se producen en la mediana edad.

El estudio muestra que el grupo de niños con sobrepeso a los 8 años tenía un mayor riesgo de cáncer relacionado con la obesidad en la edad adulta. Esto se aplicaba especialmente a aquellos cuyo sobrepeso se mantenía a los 20 años. Sin embargo, también seguía existiendo un mayor riesgo cuando el IMC se había normalizado a los 20 años.

«Resulta alarmante que se mantuviera un exceso de riesgo relativo de casi el 40 por ciento incluso para el grupo de niños con sobrepeso a los 8 años pero con un peso normal a los 20, en comparación con el grupo con peso normal a ambas edades. El sobrepeso en la infancia, seguido de un peso normal en la edad adulta temprana, dio lugar, por tanto, a un aumento persistente del riesgo de cáncer relacionado con la obesidad en la edad adulta, algo que este estudio demuestra por primera vez», afirmó Jimmy Celind, uno de los responsables de la investigación.

Los autores del estudio subrayan que los resultados no son aplicables al riesgo individual: «El aumento del riesgo individual a lo largo de la vida es menor. Sin embargo, en una población como la sueca, en la que uno de cada cinco niños tiene sobrepeso, estos resultados apuntan a un impacto negativo significativo en la salud futura de la población”.

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