La obesidad severa reduce la respuesta de los anticuerpos a las vacunas COVID-19

Una nueva investigación presentada en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO) de este año en Maastricht (Países Bajos), sugiere que los adultos (de 18 años o más) con obesidad severa generan una respuesta inmunitaria significativamente más débil a la vacunación con COVID-19 en comparación con los que tienen un peso normal.

El estudio, realizado por el profesor Volkan Demirhan Yumuk, de la Universidad de Estambul (Turquía), y sus colegas, también descubrió que las personas con obesidad severa (IMC de más de 40 kg/m2) vacunadas con la vacuna de ARNm BNT162b2 de Pfizer/BioNTech generaban significativamente más anticuerpos que las vacunadas con CoronaVac (vacuna inactivada contra el SARS-CoV-2), lo que sugiere que la vacuna de Pfizer/BioNTech podría ser una mejor opción para esta población vulnerable.

La obesidad es una enfermedad que complica el curso de la COVID-19, y la respuesta de los anticuerpos de la vacuna contra el SRAS-CoV-2 en adultos con obesidad puede verse comprometida. Las vacunas contra la gripe, la hepatitis B y la rabia, han mostrado respuestas reducidas en personas con obesidad.

Para saber más, los investigadores estudiaron las respuestas de los anticuerpos tras la vacunación con Pfizer/BioNTech y CoronaVac en 124 adultos (con una media de edad de 42 a 63 años) con obesidad grave que visitaron el Centro de Obesidad de la Universidad de Estambul-Cerrahpasa, Hospitales de la Facultad de Medicina de Cerrahpasa, entre agosto y noviembre de 2021.

También reclutaron a un grupo de control de 166 adultos con peso normal (IMC inferior a 25kg/m2, con una media de edad de 39 a 47 años) que visitaban la Unidad de Vacunación de los Hospitales Cerrahpasa.

Los investigadores midieron los niveles de anticuerpos en las muestras de sangre tomadas a los pacientes y a los controles de peso normal que habían recibido dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech o de CoronaVac y habían recibido la segunda dosis cuatro semanas antes. Los participantes se clasificaron según sus antecedentes de infección como si hubieran tenido previamente COVID-19 o no (confirmado por su perfil de anticuerpos).

En total, 130 participantes recibieron dos dosis de Pfizer/BioNTech y 160 participantes dos dosis de CoronaVac, de los cuales 70 tenían una infección previa por SARS-CoV-2.

En los participantes sin infección previa por el SARS-CoV-2 y vacunados con Pfizer/BioNTech, los pacientes con obesidad grave tenían niveles de anticuerpos más de tres veces inferiores a los de los controles de peso normal (media de 5.823 frente a 19.371 UA/ml).

Del mismo modo, en los participantes sin infección previa por el SRAS-CoV-2 y vacunados con CoronaVac, los pacientes con obesidad grave tenían niveles de anticuerpos 27 veces más bajos que los controles de peso normal (media de 178 frente a 4.894 UA/ml).

Sin embargo, en aquellos con infección previa por SARS-CoV-2, los niveles de anticuerpos en pacientes con obesidad severa y vacunados con Pfizer/BioNTech o CoronaVac no fueron significativamente diferentes de los controles de peso normal (media de 39.043 vs 14.115 AU/ml y 3.221 vs 7.060 AU/ml, respectivamente).

Curiosamente, los análisis descubrieron que en los pacientes con obesidad grave, con y sin infección previa por SARS-CoV-2, los niveles de anticuerpos en los vacunados con Pfizer/BioNTech eran significativamente mayores que los vacunados con CoronaVac.

«Estos resultados proporcionan nueva información sobre la respuesta de los anticuerpos a las vacunas contra el SARS-CoV-2 en personas con obesidad grave y refuerzan la importancia de priorizar y aumentar la aceptación de la vacuna en este grupo vulnerable», destacó el profesor Yumuk.

«Nuestro estudio confirma que la memoria inmunitaria inducida por una infección previa altera la forma en que las personas responden a la vacunación e indica que dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech pueden generar una cantidad significativamente mayor de anticuerpos que CoronaVac en personas con obesidad grave, independientemente de los antecedentes de infección. Sin embargo, es necesario seguir investigando para determinar si estos niveles más altos de anticuerpos proporcionan una mayor protección contra COVID-19», enfatizó el investigador.

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