La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló este 31 de mayo, con motivo del Día Mundial sin Tabaco, una nueva información sobre la medida en que el tabaco daña tanto el medio ambiente como la salud humana, y llamó a adoptar medidas que permitan exigir a la industria un mayor grado de responsabilidad por la destrucción que está causando.
Cada año, la industria tabacalera cuesta al mundo más de 8 millones de vidas humanas, 600 millones de árboles, 200.000 hectáreas de tierra y 22.000 millones de toneladas de agua, y genera 84 millones de toneladas de CO2, según reporta la Organización Panamericana de la Salud en su sitio www.paho.org/es.
La mayor parte del tabaco se cultiva en países de ingresos bajos y medianos, en los que a menudo se necesitan desesperadamente agua y tierras de cultivo para producir alimentos para la región. En lugar de ello, se están utilizando para cultivar plantas de tabaco letales que, al mismo tiempo, hacen que la deforestación aumente cada día.
En el informe de la OMS titulado “Tobacco: Poisoning our planet” se destaca que la huella de carbono de la industria derivada de la producción, el procesamiento y el transporte del tabaco es equivalente a una quinta parte del CO2 producido por la industria de las aerolíneas comerciales cada año, lo que contribuye aún más al calentamiento mundial.
“Los productos de tabaco son el artículo más contaminante del planeta, pues contienen más de 7.000 productos químicos tóxicos que se filtran en nuestro medio ambiente cuando se desechan. Aproximadamente 4,5 billones de filtros de cigarrillos contaminan nuestros océanos, ríos, aceras de las ciudades, parques, suelo y playas cada año”, declaró el Dr. Ruediger Krech, Director de Promoción de la Salud de la OMS.
Los productos como los cigarrillos, el tabaco sin humo y los cigarrillos electrónicos también contribuyen a la acumulación de contaminación plástica. Los filtros de los cigarrillos contienen microplásticos y constituyen la segunda forma de contaminación plástica más importante en todo el mundo.
Filtros, plásticos de un solo uso
A pesar de la publicidad de la industria tabacalera, no hay pruebas de que los filtros reporten beneficios científicamente probados para la salud. La OMS pide a los responsables de la formulación de políticas que traten los filtros de cigarrillos como lo que son, plásticos de un solo uso, y que consideren prohibir los filtros de cigarrillos para proteger la salud pública y el medio ambiente.
Los costos de limpiar los desechos de los productos de tabaco recaen en los contribuyentes, y no en la industria que crea el problema. Cada año, esto le cuesta a China unos US$ 2.600 millones y a la India unos US$ 766 millones, aproximadamente. El costo para el Brasil y Alemania asciende a más de US$ 200 millones.
El que contamina paga
Diversos países como Francia y España y varias ciudades como San Francisco y California en los Estados Unidos se han posicionado. Siguiendo el principio de que quien contamina paga, han aplicado con éxito la “legislación sobre responsabilidad ampliada del productor” que hace que sea responsabilidad de la industria tabacalera limpiar la contaminación que genera.
La OMS insta a los países y ciudades a seguir este ejemplo, así como a dar apoyo a los productores de tabaco para que opten por cultivos sostenibles, aplicar elevados impuestos al tabaco (que también podrían incluir un impuesto ambiental) y ofrecer servicios de apoyo para ayudar a las personas a dejar el tabaco.