En Chile y el Mundo se vive el Día de la Concientización del Síndrome de Tourette

Cada 7 de junio se vive el Día de la Concientización del Síndrome de Tourette, que en Chile fue instaurado por el Senado en 2018 con el objetivo de hacer visible este trastorno neurológico, crónico y genético que afecta a más de 18 mil compatriotas.

Una de cada 1.000 personas en nuestro país está diagnosticada con el Síndrome de Tourette, mientras que muchas otras poseen altos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrir de esta enfermedad.

Las estadísticas señalan que entre los niños y niñas que sufren de este síndrome, los niños son los más afectados. Además, en vista de que la mayoría de la población ignora la existencia de esta afección, sus síntomas y complicaciones, tienden a burlarse y hacen más difícil la adaptación.

Por esa razón, en 2018 el Senado decretó el 7 de junio como Día Nacional de la Concientización del Síndrome de Tourette. Esta resolución tuvo una gran acogida entre quienes lo padecen o lo conocen de cerca.

El 7 de junio es además el Día Mundial, por iniciativa de la Sociedad Europea para el Estudio del Síndrome de Tourette en honor al natalicio de la doctora Mary Robertson, quien ha dedicado su trayectoria profesional a la investigación y tratamiento de pacientes que lo padecen.

¿Qué es el síndrome de Tourette?

Es un trastorno del sistema nervioso que impulsa a una persona a hacer movimientos y sonidos involuntarios, rápidos y repetitivos, llamados tics. Recibe su nombre por Georges Gilles de la Tourette, quien fue el primero en describir este trastorno en 1885. Existe evidencia fuerte de que este síndrome se transmite de padres a hijos, aunque el gen aún no se ha encontrado.

¿Por qué se produce?

El síndrome puede estar ligado a problemas en ciertas áreas del cerebro y las sustancias químicas (dopamina, serotonina y norepinefrina) que ayudan a las neuronas a comunicarse entre sí.

Síntomas

La mayoría de las personas afectadas notan por primera vez los síntomas durante la infancia, entre los 7 y 10 años. Éstos pueden fluctuar desde movimientos menores casi imperceptibles (como gruñidos, aspiración de aire por la nariz, tos) hasta movimientos y sonidos (vocalizaciones) continuos e incontrolables. El síntoma inicial más común es un tic facial, al cual pueden seguir otros. Un tic es un movimiento o sonido vocal (vocalización) repetitivo, rápido y súbito.

Los tics físicos o motrices corresponden a todas las manifestaciones que conllevan a un movimiento motor como, por ejemplo; saltar, agacharse, aplaudir, caminar siguiendo un patrón exacto, empujar cosas o personas, realizar muecas con la cara o boca, parpadear exageradamente.

Los tics verbales corresponden a las manifestaciones del habla, como gritar, alzar la voz, repetir las últimas palabras propias o las de otros, decir palabras obscenas, murmurar, aclarar la garganta.

Contrario a la creencia popular, el uso de palabras vulgares u otras frases o palabras inapropiadas (coprolalia) se presenta sólo en un pequeño número de pacientes.

Si bien es cierto puede ser un trastorno leve en la etapa de la niñez del paciente, también puede llegar al nivel crónico en vista de la gravedad y la intensidad de los tics en la etapa de la adolescencia, en donde los síntomas llegan a su punto máximo de desarrollo.

La mayoría de los pacientes mejora a comienzos de la edad adulta. Aunque 1 de cada 4 pacientes puede permanecer asintomático por unos cuantos años, sólo en el 8% de ellos, los síntomas desaparecen por completo sin presentar recaídas.

(Foto: https://www.tourettechile.cl)

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