Investigaciones chilenas llaman la atención de expertos internacionales en terapias celulares y vesículas extracelulares

Un innovador tratamiento para la artrosis de rodilla liderado por investigadores del Centro Impact de la Universidad de los Andes fue presentado en Estados Unidos y Francia, ante expertos en terapia celular de todo el mundo.

Se trata del uso de vesículas extracelulares en pacientes con osteoartritis, una enfermedad que en nuestro país tiene una prevalencia del 14,4% en la población de 55 años y más, según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017.

La destacada investigación que se encuentra en fase de estudio clínico cuenta con la primera paciente, una mujer chilena, en recibir esta novedosa terapia única en el mundo.

Para el director de Impact, Maroun Khoury, este tipo estudios es una muestra de lo que el Centro de Excelencia espera aportar al país: “Aspiramos a llegar a todos los pacientes de Chile transformando las terapias avanzadas de inaccesibles, costosas y complicadas en accesibles, asequibles y sencillas”, asegura.

Los resultados de la investigación fueron presentados en las reuniones anuales de la Sociedad Internacional de Terapia Celular (ISCT, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Internacional de Vesículas Extracelulares (ISEV) celebradas durante el pasado mes de mayo en las ciudades de San Francisco (Estados Unidos) y Lyon (Francia), respectivamente.

La investigadora principal, Francisca Alcayaga, presentó ante la ISEV su trabajo con vesículas extracelulares derivadas de células de la menstruación con un efecto anti-tumoral en distintos tipos de cáncer.

“Este efecto se debe, fundamentalmente, a que inhiben la formación de los vasos sanguíneos (efecto anti-angiogénico) que alimentan y oxigenan al tumor, provocando en consecuencia, la muerte de la masa tumoral. Durante el congreso de la ISEV, presentamos el mecanismo de acción de estas vesículas extracelulares, es decir, la manera en la cual estas vesículas inducen este efecto anti-angiogénico”, explica la experta.

DEMOCRATIZAR EL ACCESO

Además, en la reunión de la ISCT celebrada en Estados Unidos, representantes de distintos continentes expusieron las distintas realidades en la sesión plenaria titulada “¿Son las terapias celulares y génicas un lujo exclusivo del primer mundo?”.

En dicho panel participó Maroun Khoury, director del Centro IMPACT de la Universidad de los Andes, junto a expertos del Institute for Cellular and Molecular Medicine, Michael Pepper (Sudáfrica), y de Novartis, Tay Salimullah, (Estados Unidos) quienes coincidieron que lamentablemente los países de bajos ingresos no cuentan con acceso ni disponibilidad de terapias avanzadas.

Durante la exposición, los investigadores señalaron que en la actualidad existen más de 60 terapias celulares y génicas aprobadas en la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, que son seguras y efectivas ante diversas enfermedades pero que no están disponibles para muchos países por sus altos costos.

“El representante de África destacó la necesidad crítica de tener acceso a este tipo de tratamiento en una populación con más de 19% de adultos entre 15 y 49 años que viven con VIH. Mi creencia, desde que nació la idea de nuestro centro de excelencia con impacto directo al paciente, es que a través de asociaciones multidisciplinarias y un fuerte liderazgo, encontraremos un camino para aplicar la medicina avanzada- que hoy tiene un precio exorbitante- más allá de los países de altos ingresos”, explica Khoury.

Impact se ha comprometido en cambiar esta realidad. Para ello, se propuso “generar un cambio estratégico para traer innovaciones que salvan vidas, relacionadas con la ingeniería de tejidos, terapias celulares, inmunes y genéticas como solución novedosa para las necesidades médicas insatisfechas en nuestro país. Estamos en un momento decisivo para demostrar cómo podemos ampliar estas terapias transformadoras en todo Chile”, señala Khoury.

El Centro Impact es liderado por la Universidad de los Andes y cuenta con financiamiento de la Agencia Nacional de Innovación y Desarrollo, ANID; la participación de la Pontificia Universidad Católica, Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y Universidad de La Frontera, además de la colaboración de la Clínica Universidad de los Andes.

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