Con panoramas en casa o al aire libre y el aumento de actividades físicas, las vacaciones de invierno son también un espacio para que se produzcan lesiones o accidentes, que suelen afectar sobre todo a los más pequeños.

El Dr. Sergio Vial, traumatólogo infantil y médico jefe del Servicio de Urgencia Traumatológica y de Accidentes de Clínica Santa María, explica que lo más común en estas fechas son lesiones ligadas “a la realización de actividades deportivas como bicicleta o fútbol. También hemos visto lesiones intradomiciliarias por caídas de escaleras, apretones de dedos en puertas, golpes en la cabeza, caída de sillones o saltando en camas elásticas”.

Ante esto, su recomendación frente a cualquier lesión traumática es “aplicar frío local, de forma intermitente, como el gel pack que venden en la farmacia o hielo, siempre cubierto con una toalla, nunca directo sobre la piel”.

Asimismo, cuando hay heridas, aumento de volumen evidente o dolor que limita al paciente en sus actividades, “se recomienda acudir a un servicio de urgencia o centro médico, para definir si es solo el golpe o si hay una lesión mayor, como esguince o fractura”, resalta.

El Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help, coincide en este punto. “Una deformidad en la zona de la lesión, que esta aumente mucho de volumen y dolor, son indicadores de que el trauma es mayor”, detalla.

¿Cómo saber si hay esguince o fractura?

La fractura es una pérdida de continuidad del hueso a diferencia de un esguince, que es una lesión, estiramiento o desgarro de los ligamentos (bandas de tejido fibroso) que conectan dos huesos en las articulaciones.

La Dra. Mireya Mellard, traumatóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica que cuando un niño manifiesta dolor intenso que no cede en un lapso de 20 a 30 minutos, se debería sospechar de algo más que una contusión.

“Si a esto se le agrega deformidad visible de la zona afectada y posición de alerta para que no lo toquen, debemos pensar en una fractura”, detalla.

En cambio, “si hay edema o hinchazón de una articulación y dolor, pero el niño puede caminar, debemos pensar en un esguince”.

En cualquiera de estos escenarios, la recomendación es acudir a una urgencia para ser evaluado por un especialista, quien indicará la realización de exámenes, desde rayos X a TAC.

En tanto, las primeras medidas a tomar son inmovilizar la zona con lo que exista a mano, puede ser una tablilla de madera o cartón grueso y firme, eso aliviará en parte el dolor y si se piensa en un esguince, se debe agregar frío local.

Dos esenciales para un botiquín hogareño

El Dr. Labarca, urgenciólogo de Help considera lo siguiente:

–Parches curitas o parches más grandes para codos y rodillas.

–Un buen desinfectante que no arda.

“Con solo lavar y secar bien una herida ya estamos evitando un grado de contaminación o que se infecte. Se debe lavar bien, desinfectar cubrir e idealmente ponerle un parche”, asegura el especialista.