Como una “muy buena medida” calificó el doctor y nutricionista Óscar Castillo Valenzuela el decreto que permitirá que, a partir de 2024, dos alimentos de consumo masivo en Chile como el pan y la leche sean fortificados con vitamina D.
En entrevista con Cienciaysalud.cl, el director de la Escuela de Nutrición de la Universidad Finis Terrae y director de la Sociedad Chilena de Nutrición (Sochinut) remarcó que la iniciativa responde a un déficit importante que se da a todo nivel etario.
“El déficit de vitamina D es transversal y se da en todas las edades, porque se piensa o hay publicaciones que dicen que es en los niños o en las embarazadas. Todo el mundo está presentando déficit y es mucho más de lo que se pensábamos en general en nuestra población. Entonces, es una medida que nos va a servir absolutamente a todos”, manifestó.
El especialista comentó que dos estudios realizados en 2018 y 2019 en niños y adultos mayores de 70 años arrojaron que el 80% y el 88% de estas poblaciones tenían déficit de vitamina D, lo que en su momento representó una sorpresa porque no estaba identificado. “Y cuando lo seguimos estudiando nos dimos cuenta que era transversal a casi toda la población”, recordó.
La respuesta a esta falta está en que hay pocos alimentos que la contienen de manera natural, a lo que se suma que -por la ubicación geográfica de nuestro país- la forma en que llegan los rayos UV hacen que la producción de vitamina D en la piel a partir del sol no sea suficiente.
“Entonces, cuando uno no tiene fuentes alimentarias fáciles de obtener y cuando la transformación a través de la piel es baja, una medida interesante es tomar una acción de salud pública y fortificar alimentos que sean de consumo masivo, para que toda la población pueda tener acceso a la vitamina”, valoró.
Efectos a futuro
El director de la Sochinut recalcó que “cada día, sin exagerar, se descubren nuevas propiedades de la vitamina D”, que van más allá del calcio, los huesos y el crecimiento de las niñas y niños.
“Hay asociación con otros componentes de la salud como enfermedad cardiovascular, con producción de insulina, con muchas de las enfermedades de las más prevalentes en nuestro país. Por lo tanto, si somos capaces de mejorar nuestros niveles de vitamina D estoy seguro que en el futuro -y eso habrá que medirlo del punto de vista del impacto- debiéramos mejorar algunos indicadores de salud”, sostuvo.
La medida
El pasado 5 de julio se publicó el Decreto 48, que modifica el Reglamento Sanitario de los Alimentos de 1996 a favor de la fortificación de vitamina D.
El proyecto se basó en la Encuesta Nacional de Salud (ENS) del año 2016-2017, que estudió a las mujeres en edad fértil, entre 15 y 49 años, y adultos mayores de 65 años. Los grupos objetivos revelaron que poco más del 13% de la población tiene niveles óptimos de vitamina D, mientras que éste se da en el 52% de las mujeres en edad fértil y el 59% de personas mayores.
El decreto plantea que toda leche, líquida y en polvo, y harina que se producen o comercializan en Chile deberán ser fortificadas con vitamina D.
