El 29 de agosto de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue notificada por el Ministerio de Salud de Argentina de un caso de neumonía bilateral sin causa etiológica, identificados en San Miguel de Tucumán, que causó la muerte de seis personas y afectó a otras 13.
En todos los casos, vinculados a un establecimiento de salud privado, análisis de muestras encontraron lecturas compatibles con Legionella pneumophila. Se descartó así una nueva variante del Covid-19 y los temores de afrontar otra pandemia.
¿Qué es la Legionella pneumophila? La Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf) explica que es un bacilo Gram negativo con gran afinidad al pulmón. Se describió por primera vez en 1977, como causa de un brote de neumonía grave registrado en 1976 en un centro de convenciones en los Estados Unidos de América.
“Si no se trata, la enfermedad del legionario suele agravarse en la primera semana”, advierte la Sochinf.
La forma más común de transmisión de Legionella es la inhalación de aerosoles contaminados, producidos en conjunción con pulverizaciones, chorros o nebulizaciones de agua (depósitos de agua como torres de refrigeración, sistemas centralizados de agua caliente y fría, aire acondicionado, riego por aspersión, piscinas de agua templada como Spa y jacuzzi).
La presentación de casos es de 73% comunitario, asociado a grandes brotes; 16% asociado a viaje y 11% nosocomial.
Los factores de riesgo más importantes son: alcohol, tabaquismo, mayores de 65 años y cáncer.
El cuadro clínico se caracteriza por fiebre muy alta, cefalea, náuseas, vómitos, compromiso respiratorio y gastrointestinal, dolor muscular y desorientación. La mortalidad es de un 5-15% dependiendo de la condición del paciente, siendo la Legionelosis nosocomial la de mayor mortalidad.