Para que las articulaciones funcionen correctamente necesitan del cartílago, un tejido resbaladizo que cubre los extremos de los huesos, amortigua los impactos y ayuda a que las articulaciones se muevan con facilidad.
En el Día Mubdial de la Artritis, que se conmemoró el 12 de octubre, el Dr. en Ciencias Joaquin Sanchez-Sotelo, cirujano ortopedista de Mayo Clinic, explica que muchas personas pierden cartílago con la edad, pero esto no significa que inevitablemente deban someterse a un reemplazo articular.
El cartílago se deteriora por varios motivos, indica el Dr. Sanchez-Sotelo. Algunas personas nacen con huesos cuya forma es anormal o con cartílagos que tienden a ser más débiles. La obesidad, el uso excesivo o las lesiones causadas en accidentes también pueden dañar las articulaciones y el cartílago.
La pérdida del cartílago articular es la esencia de lo que se llama osteoartritis, un trastorno articular común. El Dr. Sanchez-Sotelo afirma que la mayoría de sus pacientes tienen alrededor de 60 años cuando van a ver a un profesional de la atención médica, porque tienen síntomas que se fueron desarrollando con el tiempo, como dolor en las articulaciones, rigidez y pérdida de movimiento.
Se pueden tomar medidas para proteger las articulaciones antes de llegar a esa edad. Fortalecer los músculos que las rodean puede ayudar a aliviar la carga sobre las articulaciones.
Mantener un peso saludable es importante, ya que la obesidad es un problema para las articulaciones. La glucosamina y la condroitina son suplementos que se toman habitualmente para el dolor articular, pero no hay pruebas convincentes de que funcionen, asegura el Dr. Sanchez-Sotelo.
El médico ofrece estas sugerencias para controlar el dolor artrítico:
• Modifique sus actividades. Si tiene artritis en la cadera o la rodilla, puede intentar andar en bicicleta en lugar de correr, que aumenta el impacto en las articulaciones.
• Alivie la carga sobre las articulaciones con accesorios para caminar. El uso de un bastón puede ayudar a aliviar la carga sobre las articulaciones de la cadera, la rodilla o el tobillo, y reducir el dolor. Una rodillera, que se usa sobre la ropa, pone el peso sobre el lado más sano de la articulación de la rodilla.
• Si el dolor persiste, podría considerar tomar medicamentos de venta libre, como acetaminofén e ibuprofeno. No obstante, tenga en cuenta que pueden causar efectos secundarios, como úlceras o problemas de riñón o de corazón. En términos generales, no se deben usar narcóticos para tratar la osteoartritis.
• Si el dolor continúa, también puede considerar medicamentos inyectables, como cortisona o toradol, que, al inyectarlos en la articulación, alivian el dolor. Recuerde que estos medicamentos tienen efectos secundarios. Asegúrese de hablar con un profesional de atención médica.
• El ácido hialurónico, que también se inyecta, contiene componentes similares a los del líquido que lubrica las articulaciones, por lo que puede reponerlo. Este método ha tenido mejores resultados en la articulación de la rodilla que en la de la cadera o la del hombro.
• Algunas inyecciones, que se promocionan como «medicina regenerativa», incluyen células madre y plasma rico en plaquetas. En la actualidad, muchos consideran que su uso es experimental porque no existen pruebas concretas de su eficacia.
«En el pasado, los adultos mayores simplemente aceptaban el dolor articular. Ahora, vivimos más y queremos mantenernos activos en esta etapa. No todos vamos camino al reemplazo articular. Algunas personas de entre 80 y 99 años tienen muy buenas articulaciones», finaliza el Dr. Sanchez-Sotelo.