¿Qué pasa con nuestro organismo si dejamos de beber alcohol?

Aunque en Chile no es una iniciativa muy conocida aún, este mes algunas personas de todo el mundo dejarán de beber alcohol en honor al Octubre Sobrio, que se inició en el Reino Unido como una forma de recaudar dinero para las personas con cáncer.

Se trata de un desafío de 31 días, que puede generar muchos beneficios a nuestra salud.

“Hay muchos efectos de mejora en la salud que ocurren como resultado de dejar el alcohol durante un mes”, plantea Ashley Loeb Blassingame, cofundadora y directora de personal de Lionrock Recovery. “Mientras que algunos son específicos de la persona, muchos son universales, como una gran mejora del sueño, una mejor memoria, una mejor función inmunológica y un menor riesgo de cáncer”, enfatiza.

Algunas personas también experimentan una mejora cardiovascular y pérdida de peso.

“En general, después de cuatro semanas, un sistema inmunológico y memoria mejorados, cambios de humor, pérdida de peso, piel más clara, falta de impulsividad y cambios de comportamiento son algunas de las ventajas de eliminar el alcohol por un corto período de tiempo”, expresa el Dr. Lawrence Weinstein, director médico de American Addiction Centers.

“También hay beneficios neurológicos de abstenerse del alcohol. Algunos se pueden ver dentro de una semana, pero son mucho más notorios después de un mes”, agrega.

Cambiar la relación con las sustancias

Octubre Sobrio presenta una oportunidad para evaluar nuestras relaciones con cualquier sustancia hacia la que gravitemos. Dejar el alcohol o la marihuana durante un mes puede generar un cambio sustancial en nuestra vida cotidiana, como romper un ciclo adictivo o ayudar a enfrentarnos con las emociones que surjan en el proceso, en lugar de enmascararlas.

“Muchas personas deciden que la abstinencia les está funcionando y quieren continuar y ver qué otros beneficios podrían obtener como resultado de su experimento”, señala Loeb Blassingame. “Esto lleva a algunas personas a la sobriedad total y a otras a períodos más largos de exploración sobria”, agrega.

La parte importante, señala, es que tiene que haber una pausa lo suficientemente larga en el ciclo para que el cerebro cree nuevas vías neuronales.

“El valor está en romper el ciclo y crear una experiencia prolongada de abstinencia que le demuestre al cerebro que la idea es viable. Además, les da a las personas suficiente tiempo para reexaminar su relación con el alcohol e intentar tener mejores límites cuando deciden regresar”, plantea.

“Lo que sí sabemos es que las personas que no pueden comprometerse y mantener un período de abstinencia de 30 días probablemente estén trabajando en un problema más importante con el uso de sustancias”, señala.

Lawrence Weinstein agrega que “en términos de alcohol, es importante que las personas evalúen honestamente el papel que juega el consumo en sus vidas y que sea consciente de cuándo toma y por qué. ¿Se necesita una bebida después del trabajo o aumenta el consumo durante el fin de semana? Ser consciente de estas cosas puede ayudar a identificar un patrón de comportamiento que arroje luz sobre una relación potencialmente problemática que puede requerir tratamiento”.

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